Al menos nueve personas murieron y decenas más resultaron heridas el viernes en un ataque de los talibanes contra una escuela de formación agrícola en el noroeste de Pakistán, cuando el país celebra el aniversario del profeta Mahoma.
Los asaltantes, vestidos con burqas, llegaron en ‘rickshaw’ y abrieron fuego ante las puertas del establecimiento hiriendo a un guardia, antes de irrumpir en el local. EL ataque fue reivindicado por los talibanes paquistaníes (TTP).
Según el jefe de la policía de Peshawar, Muhammad Tahir Jan, tres asaltantes resultaron muertos. Habían atacado una residencia de estudiantes, precisó Salahudin Jan Mehsud, jefe de la policía provincial.
“Todos llevaban chalecos con explosivos, pero fueron abatidos antes de que pudieran activarlos”. añadió y precisó que entre las víctimas mortales hay seis estudiantes, un guardia de seguridad y dos civiles.
Un cuarto cadáver, probablemente de entre los asaltantes, está siendo identificado, explicó el jefe de la policía provincial.
Noor Wali, estudiante de 19 años, describió el terror que lo ganó cuando fue despertado por los disparos.
“Me precipité hacia la puerta y ví como surgía como una cascada de sangre de la espalda de mi compañero de habitación, que estaba en el exterior de la pieza”, declaró a la AFP.
Los portavoces de los hospitales aseguraron haber recibido los cadáveres de nueve personas y haber acogido a 38 heridos, muchos de ellos en estado crítico.
– Tensión en el país –
Un portavoz del Movimiento de los Talibanes Pakistaníes (Tehreek e Taliban Pakistan), Muhammad Khurasani, reivindicó el ataque en una llamada a la AFP.
“Nuestros muyahidines atacaron el edificio porque fue utilizado como oficina por el ISI” (Inter-Service Intelligence), el servicio de inteligencia de Pakistán, dijo el portavoz.
“Si Dios lo quiere nuestros combatientes pelearán hasta la última gota de sangre”, agregó.
En diciembre de 2014, un precedente ataque de los talibanes contra una escuela de Peshawar dirigida por el ejército causó 151 muertos, sobre todo alumnos.
Este nuevo atentado se produce cuando las seguridad ha sido reforzada en todo el país por el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
Pakistán sigue ahora bajo tensión política tras un largo enfrentamiento entre las autoridades y un grupo de manifestantes islamistas que bloquearon la entrada de la capital, Islamabad.
Ese bloqueo duró tres semanas, durante las cuales los manifestantes exigieron la dimisión del ministerio de Justicia.
Finalmente, la obtuvieron el lunes, tras un acuerdo negociado con la ayuda del ejército, y que ha dejado al gobierno muy debilitado. Los enfrentamientos del pasado sábado con las fuerzas de seguridad dejaron siete muertos y centenares de heridos.
Esta crisis se produce en un momento difícil para el poder civil, pocos meses después de la caída por corrupción del primer ministro Nawaz Sharif, y a algunos meses de unas elecciones legislativas que se anuncian inciertas.