Un sexy little black dress estuvo a punto de jugarle sucio a Rihanna, quien tuvo que luchar a cada paso para evitar un accidente de vestuario.
Este jueves la cantante salió a divertirse en un concierto de Jay-Z, en la ciudad de Los Ángeles, y para la ocasión usó un apretadísimo vestido negro de cuero, que atrapó todas las miradas de los paparazzi.
Rihanna llevaba el cabello recogido en una ponytail y los labios en rojo carmín, pero uno de los detalles más sensuales de su look fue su peligroso escote.
Mientras caminaba abriéndose paso entre los fotógrafos, la estrella de 29 años tuvo que cuidarse la falda, pues el movimiento de las piernas hacía que la prenda se le subiera. Un poco más, y sus panties habrían quedado a la vista.
Sin importar lo que pudiera ocurrir con su ropa, Rihanna lució regia con sus sandalias de tacón y un abrigo de cuero.