El gran abeto que como cada año presidía la plaza Venecia de Roma durante las fiestas de Navidad ha vivido este año una triste historia y un trágico final, pues el ayuntamiento lo ha dado por muerto.
Su triste historia comenzó hace algunos días, cuando el ayuntamiento capitalino lo colocó como cada año en la glorieta frente al monumento al rey Víctor Manuel II, el conocido como Altar de la Patria. Todo el mundo pudo ver ya su aspecto, bastante frágil y despoblado de hojas y ramas.