La ONU instó hoy a Egipto a reconsiderar el uso de la pena de muerte, especialmente si se emplea como vía para luchar contra el terrorismo, después de que 20 personas fueran ejecutadas en los últimos días tras ser condenados por cortes militares y tras aparentes desapariciones forzadas y torturas.
La portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Liz Throssell, dijo en la rueda de prensa bisemanal del organismo que el pasado día 2 fueron ejecutados en Alejandría cinco hombres condenados a muerte por un tribunal militar por su implicación en una explosión cerca de un estadio en Kafr al Sheij en abril de 2015 que causó la muerte a tres reclutas militares e hirió a dos. AcusacionesLos acusados fueron juzgados por jueces militares sobre la base de una legislación que traslada casos de destrucción de propiedad pública a tribunales militares y porque las víctimas eran de la Academia Militar de Egipto. El pasado 26 de diciembre además fueron ejecutados 15 hombres condenados por un tribunal castrense por terrorismo por haber matado en 2013 a varios soldados en la península del Sinaí. “Los civiles solo deberían ser juzgados por tribunales militares o especiales en casos excepcionales. Además, es importante que se tomen todas las medidas necesarias para asegurar que los juicios cuenten con las plenas garantías estipuladas en el artículo 14 del Convenio sobre Derechos Civiles y Políticos del que Egipto forma parte”, recalcó Throssell. GarantíasEstas garantías incluyen audiencias justas y públicas por un tribunal competente, independiente e imparcial, y que todos los acusados con delitos penales tengan el derecho a la presunción de inocencia hasta que se pruebe su culpabilidad, indicó. La ONU está preocupada porque en todos los casos, el debido proceso y un juicio justo no se habrían dado, ya que los tribunales militares “normalmente deniegan derechos que sí conceden cortes civiles”, recordó la portavoz. “En casos de pena capital los juicios deben cumplir los estándares más elevados en cuanto al debido proceso y un procedimiento justo”, destacó. Eran víctimasDe acuerdo con Throssell, los presos que fueron ejecutados habrían sido además inicialmente víctimas de una desaparición forzada y sometidos a torturas antes de ser juzgados. “Pese a los desafíos en materia de seguridad que afronta Egipto, en particular en el Sinaí, las ejecuciones no deberían ser usadas como instrumento para luchar contra el terrorismo”, enfatizó. Por ello, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU instó a las autoridades egipcias a “reconsiderar el uso de casos de pena de muerte, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y a tomar todas las medidas necesarias para asegurar que las violaciones al proceso y juicio justo no se repitan”. EFE |