El Chelsea sufrió muchísimo para eliminar finalmente este miércoles al Norwich, de segunda división, en la tercera ronda de la Copa de Inglaterra, donde necesitó la tanda de penales (5-3) tras acabar el tiempo reglamentario y la prórroga con empate 1-1 en Stamford Bridge.
Ha sido una eliminatoria llena de peligros para los Blues, que se había visto obligado a jugar este partido de repetición (‘replay’) después de haber sido incapaz de ganar al Norwich una primera vez (0-0 en su duelo del pasado mes de diciembre).
Esta vez, como local, el Chelsea parecía tenerlo todo a favor, más todavía cuando el belga Michy Batshuayi adelantó a su equipo en el minuto 55, aprovechando un pase de la muerte brindado por su compañero brasileño Kenedy para batir al arquero rival.
Era el minuto 55 y todo parecía encarrilarse, pero el equipo de Antonio Conte fue incapaz de ampliar la cuenta y vio incluso cómo el Norwich conseguía el empate en el último suspiro (90+4), por medio de Jamal Lewis, para forzar la prórroga.
Allí tampoco se movió el marcador e incluso el Chelsea vio cómo en los instantes finales se quedaba con nueve hombres, por las expulsiones de dos jugadores españoles, Pedro Rodríguez (117) y Álvaro Morata (120).
En la tanda decisiva de lanzamientos, todos los lanzadores del Chelsea acertaron (Willian, David Luiz, César Azpilicueta, N’Golo Kanté, Eden Hazard), mientras que para el Norwich había fallado su primer lanzamiento el portugués Nelson Oliveira, lo que terminó siendo fatal para el equipo del condado de Norfolk.
Gracias a esa mayor puntería, el Chelsea pudo acceder a los dieciseisavos de final del torneo.