El entrenador colombiano Jorge Luis Pinto se despidió hoy de Honduras diciendo que no le falló al país, sino que no le cumplió porque no pudo clasificarlo al Mundial de Rusia 2018.
“Yo no le fallé a Honduras. No le cumplí es la palabra”, enfatizó Pinto en rueda de prensa en Tegucigalpa al anunciar que ha finalizado su contrato con la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (Fenafuth).
El estratega sudamericano agradeció a todos los directivos de la Fenafuth que hicieron posible su llegada hace cuatro años a Honduras, país al que -recalcó- no llegó “por plata”, sino “a trabajar”.
“Lo que pasa es que yo no puedo controlar cosas que se dieron en las eliminatorias”, indicó Pinto sin precisar mayores detalles sobre las razones por las que Honduras no clasificó al Mundial de Rusia.
Dijo que “no todo fue malo” en el proceso al frente de la selección hondureña y recordó los “momentos lindos”, como lograr el “cuarto lugar en los Olímpicos” de Río de Janeiro 2016.
También evocó los malos resultados que tuvo Honduras ante Panamá, Costa Rica y Estados Unidos, jugando de local en la segunda fase de la eliminatoria de la Concacaf (Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol).
De Honduras señaló que en su juventud tiene “mucho talento” deportivo y es un país al que le cogió cariño.
Con sus ojos inundados de lágrimas, Pinto expresó que “ver llorar a los jugadores” -cuando perdieron la eliminatoria en una repesca contra Australia- “hace que uno sienta eso y no hay duda que uno siente”.
El técnico no quiso referirse a su futuro, pero indicó que tiene que “tomar una decisión” en su “vida profesional” y que “se han dicho muchas cosas”, como ofertas que tendría para dirigir en otros países.
Pinto es el tercer entrenador colombiano que ha dirigido a Honduras en eliminatorias mundialistas.
Los otros dos son Reinaldo Rueda, quien llevó a Honduras al Mundial de Sudáfrica 2010, y Luis Fernando Suárez, al Mundial de Brasil 2014, después de la primera participación del país centroamericano en la máxima cita del fútbol, en España’82, con el hondureño José de la Paz Herrera como timonel.