Cuando se trata de tener fe en sus productos, pocos empresarios pueden igualar a Vyacheslav Nalyvaiko, jefe de una empresa de equipamiento militar situada en Ucrania.
El jefe de la compañía quiso mostrar la capacidad de sus chalecos antibalas y le pidió a uno de sus empleados le disparara con un fusil.
El hombre de 50 años, se encontraba en un campo cubierto de nieve y dejó que un empleado le disparara desde unos 10 metros de distancia.
Luego de completar la prueba sonríe, posiblemente como una sensación de alivio de que todavía sigue vivo.
“Si haces chalecos antibalas debes asegurarte de que lo estás haciendo bien”, dijo el empresario.