Mario Huezo, esposo de la periodista Karla Turcios, asesinada el pasado 14 de abril en El Salvador, afronta hoy la audiencia inicial en su contra, tras ser acusado por la Fiscalía por el delito de feminicidio agravado de la comunicadora.
El sujeto, detenido el pasado lunes y acusado formalmente el jueves, fue requerido por la Fiscalía General de la República (FGR) por considerar que “está probada la existencia del delito de feminicidio y la participación que tuvo este sujeto como actor directo del mismo”. EvidenciasLa fiscalía señaló que “se cuenta con una serie de evidencia documental, tecnológica e ilustrativa”, por lo que “se espera que el Juzgado lo pase a un tribunal de instrucción especializado contra la violencia machista”. La Policía salvadoreña arrestó a Huezo el pasado 23 de abril en uno de los principales hoteles de la capital salvadoreña, después de “verificar que existían los suficientes indicios de que él era el autor del feminicidio”, explicó a periodistas el fiscal general Douglas Meléndez, el pasado martes. Tecnología en investigaciónFiscalía y Policía se valieron de la tecnología para concluir que la muerte de la periodista, cuyo impacto en la opinión publica llevó al presidente Salvador Sánchez Cerén a ordenar desde un inicio una “urgente y efectiva” investigación, se dio a manos de su pareja sentimental. Huezo denunció el 14 de abril pasado la desaparición de la comunicadora y aseguró al periódico La Prensa Gráfica, del mismo grupo editorial que la revista El Economista para la que trabajaba Turcios, y a las autoridades que salió con su hijo y que al volver ella no estaba en casa. Meléndez explicó que la declaración de Huezo, quien se presentó a la Fiscalía en al menos dos ocasiones, se contradice con el rastreo que hicieron de su teléfono móvil y del seguimiento mediante cámaras de seguridad. “Tenemos siete cámaras que captan el vehículo de Mario Huezo rumbo a la Longitudinal del Norte y se desvía hacia el sector donde fue encontrado el cadáver de la periodista, cuando él dice que estaba en otro lado”, explicó el fiscal. Añadió que los teléfonos de Huezo y la periodista se ubican en la misma ruta desde que salen de la casa y llegan al lugar del hallazgo del cuerpo, en cuyo lugar permanecen durante 8 minutos y al llegar a su casa hizo llamadas al teléfono de la víctima “como posible coartada”. ACAN-EFE |