Una tragedia, la peor de la historia en el fútbol de Guatemala, ocurrió el 16 de octubre de 1996 en el Estadio Nacional, en la eliminatoria para el Mundial de Francia 1998 minutos antes de enfrentar a Costa Rica.
Las gradas estaban llenas y una avalancha humana de aficionados que querían ingresar al estadio provocó la muerte, por asfixia, de 84 personas. El partido fue cancelado, el Estadio fue suspendido durante ocho meses por la FIFA y esa eliminatoria Guatemala la tuvo que jugar, de local, en Estados Unidos.
El Presidente de ese entonces era Álvaro Arzú quien se encontraba en el palco del Estadio junto al Presidente de Costa Rica. Al percatarse de los hechos el mandatario bajó al campo y tras constatar los sucesos tomó el micrófono y pidió un minuto de silencio, anunció tres días de duelo y conminó a los presentes a abandonar la instalación.
Los aficionados salieron del recinto.
En el siguiente vídeo puede ver los sucesos de aquella noche y en el minuto 3 y 32 segundos se observa a Álvaro Arzú al momento de dirigirse a los presentes.