La fotografía fue ampliamente difundida: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el francés, Emmanuel Macron, cubriendo con tierra las raíces de un joven árbol en los jardines de la Casa Blanca.
Hace una semana, al comienzo de su estadía en Washington, el presidente francés se unió a su homólogo estadounidense para plantar un joven roble mientras las respectivas primeras damas contemplaban la escena.
100 years ago, American soldiers fought in France, in Belleau to defend our freedom. This oak tree (my gift to @realDonaldTrump) will be a reminder at the White House of these ties that bind us. pic.twitter.com/AUdVncaKRN
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) April 24, 2018
Se trató de un gesto simbólico: el árbol provenía de un bosque del norte de Francia en el que unos 2.000 marines estadounidenses murieron durante la Primera Guerra Mundial.
Pero unos pocos días después, el árbol había desaparecido. En medio de fervientes especulaciones, Francia salió el domingo con una explicación: el árbol, que ahora ya no es sólo una planta sino un símbolo de las relaciones entre Estados Unidos y Francia, había sido puesto en cuarentena.
“Es una cuarentena obligatoria para cualquier organismo vivo importado a Estados Unidos”, escribió en Twitter el embajador francés en Washington, Gerard Araud.
“Será replantado después”, agregó.
Cuando un seguidor le comentó que la medida de prevención parecía un poco tardía, dado que el árbol ya había sido plantado, el diplomático confirmó que las raíces habían sido envueltas en plástico.
Sus muestras de afecto
Los abrazos y besos, los extraños e interminables apretones de mano, los gestos afectuosos: los encuentros entre Emmanuel Macron y Donald Trump el martes en la Casa Blanca fueron la comidilla de los humoristas de los shows nocturnos televisivos estadounidenses.