Paulina mira hoy a su hija Javiera con esperanza. La niña sufre epilepsia refractaria pero gracias al cannabis medicinal logró dejar atrás “años tortuosos” desafiando la prohibición al autocultivo de marihuana que existe en Chile.
“No tengo otra opción, éste es el camino”, dice Paulina Bobadilla a la AFP, convencida de su decisión de cultivar marihuana para tratar la epilepsia refractaria y la esclerosis tuberosa -enfermedad que causa tumores benignos- diagnosticadas a su hija a los ocho meses de edad.
En el patio de su casa, esta mujer de 38 años y presidenta de la fundación “Mamá Cultiva” –que reúne a cerca de 600 mujeres que cultivan marihuana para tratar a sus hijos- tiene 10 plantas de marihuana de diferentes cepas.
Con información de agencia AFP*.