Schneiderman estimó que aunque estas acusaciones “no están relacionadas” con su conducta profesional, le impiden “dirigir la oficina (del fiscal) en este periodo crítico”, y anunció su dimisión, que será efectiva el martes de noche.
“En las últimas horas, se han hecho denuncias serias contra mí, a las que he contestado con firmeza”, aseguró Schneiderman.
En un artículo publicado en el sitio web del semanario New Yorker, dos mujeres declararon abiertamente sus casos, mientras otras dos lo hicieron desde el anonimato.
Mannig Barish, una de las presuntas víctimas, aseguró haber mantenido una relación con el fiscal entre el verano de 2013 y finales de 2015, mientras que la otra mujer identificada en el artículo como Tany Selvaratnam explicó que también la tuvo entre el verano de 2016 y el otoño de 2017.
Ambas mujeres dijeron que el fiscal, exsenador demócrata en el estado de Nueva York, les golpeó con fuerza en varias ocasiones cuando estaba bajo los efectos del alcohol e incluso trató de estrangularlas, manifestación de lo que las denunciantes consideran un deseo de dominación física y psicológica.
Schneiderman, según las denunciantes, las amenazó de muerte si dejaban la relación.
“En la intimidad de relaciones privadas, participé en juegos y otras actividades sexuales consentidas”, se limitó a decir el exfiscal en un comunicado enviado por un portavoz a la AFP.
“No he agredido a nadie”, añadió. “Jamás he mantenido relaciones sexuales no consentidas”.
Las mujeres aseguraron que en ningún momento ellas le habían consentido o pedido a Schneiderman ese trato hacia ellas.
Con información de la agencia AFP*.