Un anciano casi fue noqueado por un wok o sartén que cayó de un edificio de 18 pisos, en un residencial ubicado en el sudoeste de China.
Tras sufrir el golpe Wang Juqing, de 81 años, se agarró la cabeza y posteriormente fue trasladado en una ambulancia hacia el hospital.
El anciano sufrió sangrado en la cabeza y terminó con 17 puntos de sutura en el hospital.
El hijo del afectado, manifestó que su familia se había hecho cargo de los gastos médicos, pero ninguno de los residentes se había presentado para reclamar la responsabilidad.
La policía de Leshan dijo que todavía no han encontrado a la persona que arrojó el wok al edificio.
Pero han recopilado huellas dactilares de todos los residentes que viven en ese edificio e intentaron encontrar si hay alguna coincidencia.
La investigación aún está en curso, agregó la policía.