Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona han desarrollado materiales flexibles nanoporosos que pasan de 3D a 2D de manera reversible y que pueden separar o absorber gases, como catalizadores de reacciones químicas y para encapsular fármacos o recoger residuos.
Según explicó José Giner, del Laboratorio de Materiales Inorgánicos y Catálisis del instituto, estos nuevos materiales se comportan como ‘transformers’, aquellos robots que cambian de forma reordenando sus piezas para transformarse de androide a robot y viceversa.
Se trata de nuevos materiales nano-porosos 3D que, mediante estímulos externos, se transforman en una estructura no-porosa 2D de manera reversible y que luego pueden volver a la estructura nano-porosa 3D original cuando se invierten los estímulos.
Este hallazgo, que publica la revista Advanced Materials, ha sido posible utilizando moléculas icosaédricas de boro, flexibles y esféricas, como ligandos (un tipo de moléculas).
“La forma esférica de los ligandos es el factor clave que permite a las estructuras volver a su forma original, permitiendo la reordenación de las diferentes partes y evitando el colapso de toda la estructura”, según Giner.
Los investigadores exploran ahora la síntesis de nuevas estructuras y sus aplicaciones en diferentes campos, como agentes antitumorales, en catálisis, en desalinización de agua o para sensores.
AFP.