El concurso “Miss América” anunció el martes la eliminación de los desfiles en traje de baño y dijo que no juzgará más la apariencia física de las concursantes, en medio del movimiento #MeToo que cuestiona el anacronismo de este tipo de eventos.
A partir de la próxima edición del concurso, en septiembre, “los trajes de baño serán eliminados”, anunció la organización en un comunicado.
En lugar de realizar ese desfile que representaba un 10% de la nota final, cada una de las 51 concursantes participará en una sesión interactiva con los jueces donde dialogará sobre sus logros y metas y “cómo usará sus talentos, su pasión y ambición para desempeñar el trabajo de Miss América”.
Las competidoras tampoco concursarán más en trajes de noche, una instancia que representaba un 15% de la nota final, y podrán vestirse con la ropa que les parezca más cómoda y exprese su personalidad.
“Ya no somos un concurso de belleza”, dijo Gretchen Carlson, presidenta del directorio de Miss América y ella misma ganadora del título en 1989, al anunciar la noticia en el canal de televisión ABC. “Somos una competición”.
“Hemos escuchado a muchas jovencitas que dicen, ‘Nos encantaría ser parte de vuestro programa, pero no queremos estar ahí en traje de baño y tacos altos’, así que ya no tendremos eso”, dijo Carlson.
“¿Quién no quiere sentirse empoderada, aprender sobre liderazgo y pagar la universidad y poder mostrar al mundo quién eres como persona desde dentro de tu alma?”, preguntó. “Eso es lo que estaremos juzgando ahora”.
El #MeToo, nacido del escándalo desatado por más de un centenar de acusaciones de acoso, agresión sexual o violación contra el exproductor de Hollywood Harvey Weinstein, ha derribado a decenas de hombres poderosos de varias industrias y provocado una reflexión mundial sobre el sexismo y el acoso sexual en el trabajo.
Carlson, feroz defensora del #MeToo y expresentadora de Fox News, alcanzó en 2016 un acuerdo amistoso con esa cadena tras denunciar haber sido acosada sexualmente por Roger Ailes, el presidente del canal que renunció tras varias denuncias en su contra.
Tras su demanda, dijo Carlson, “miles de mujeres se sintieron inspiradas y supieron que podían ponerse de pie y hablar y que sus voces serían escuchadas”.
AFP.