Para garantizar la seguridad del Mundial-2018 (14 junio-15 julio) en Rusia, las autoridades aplicaron muchas medidas restrictivas. Del alcohol a los asados, estas son algunas prohibiciones que sacuden la vida de los rusos.
– La venta de alcohol –
La venta de bebidas alcohólicas y de cualquier tipo de botella de vidrio estará prohibida en Moscú y otras ciudades la víspera y el día de los partidos alrededor de los estadios, canchas de entrenamiento, zonas de seguidores y otros “lugares claves” como estaciones y parques.
Las autoridades esperan también resucitar la práctica soviética de los lugares de desintoxicación, espacios supervigilados por la policía a donde serán llevados los aficionados que hayan bebido demasiado. También están previstas visitas médicas también están previstas a clínicas y hospitales para la gente muy ebria, pero no se sabe si será de manera voluntaria.
– Desplazamientos bajo vigilancia –
Rusos y extranjeros tendrán que registrarse ante la policía para tres días de estadía antes de su llegada a las ciudades sedes, presentando pruebas de identidad y residencia, bajo amenaza de multas.
Hasta ahora los rusos no tenían que registrarse sino para estancias de más de 90 días y los controles eran excepcionales, pues estos procedimientos heredados de las estrictas restricciones de la era soviética con el tiempo dejaron de ser habituales.
Para los extranjeros que se desplazarán entre las 11 ciudades sedes, esto aumentará el riesgo de fricciones con la burocracia rusa al interpretar las reglas. Aunque los hoteles se encargan de esta formalidad, el asunto se vuelve complejo para quienes alquilan apartamentos o viven en Moscú, lo que se ha vuelto un problema para los periodistas que preparan el Mundial.
En Moscú, conocida por sus embotellamientos interminables, y en otras grandes ciudades, algunas arterias del centro y los alrededores de los estadios serán cerradas a la circulación, lo que puede agravar todavía más la situación de tráfico.
El alcalde de Kaliningrado, una de las sedes, fue más lejos y pidió a los habitantes salir de la ciudad e “irse a descansar al campo” durante el mundial.
– Las manifestaciones –
Un decreto firmado por el presidente Vladimir Putin reduce drásticamente el derecho de los rusos a manifestarse durante Mundial.
Los eventos públicos no deportivos podrán celebrarse en las regiones de las ciudades sedes solo en lugares y en horarios aprobados por las autoridades. En Ekaterinburgo, por ejemplo, las manifestaciones solo serán autorizadas si reúnen a menos de 100 personas y se llevan a cabo entre las 14H00 las 16H00.
Los festivales de música previstos en Rusia este verano tuvieron que aplazarse hasta después del mundial.
– El turismo –
Cuando los precios de los hoteles y alquileres aumentan radicalmente, las autoridades decidieron reducir las excursiones turísticas, que a los rusos les gustan mucho.
Los autobuses turísticos tendrán prohibido ingresar a las ciudades sedes y los barcos turísticos no podrán navegar.
Las autoridades identificaron 41 lugares en torno a los cuales todos los vuelos serán prohibidos durante el Mundial, y no se podrán utilizar drones en una zona de 100 kilómetros cuadrados alrededor de las 11 ciudades sedes. Una brigada especial del ejército instalará interferencias electrónicas alrededor de los estadios.
– Los asados –
Ya privados desde 2014 de la mayoría de productos alimenticios europeos por el embargo decretado en respuesta a las sanciones contra Rusia, algunos rusos ven limitadas sus posibilidades de practicar su actividad veraniega favorita: el asado o barbacoa (chachlyki en ruso).
A causa de los incendios forestales masivos que reducen a cenizas vastas extensiones cada verano, especialmente en Siberia, el gobierno ordenó un refuerzo de las normas antiincendio durante la Copa Mundial.
Aunque la aplicación de estas medidas depende de las colectividades locales de las 11 ciudades sedes, se prevé la prohibición bajo amenaza de multa de encender fuegos, quemar hierba o asar carne al aire libre en lugares no equipados especialmente.