El español Rafael Nadal, quien ganó este domingo ante Dominic Thiem la final de Roland Garros y logró su undécimo título en el torneo parisino, dijo que el calambre que sufrió en la mano izquierda en el tercer set le asustó y que pensó incluso en seguir jugando con su brazo ‘malo’, el derecho.
“Era un calambre y tenía la esperanza de que se pudiera pasar. No me hubiera ido de la pista. Hubiese jugado hasta con el brazo derecho. Tenía dos sets de margen para que se pasase. Tenía dos sets de margen. Habría seguido de la manera que fuese”, afirmó sobre el calambre que le inmovilizó el dedo corazón de la mano izquierda en la tercera manga.
Nadal, de 32 años, manifestó que jugará al tenis hasta que su cuerpo “resista” y hasta que este deporte le siga haciendo “feliz”.
“El tenis es una parte importante de mi vida, pero no lo es todo, hay otras cosas que me hacen feliz, no estoy muy preocupado por el futuro. Jugaré hasta que mi cuerpo resista y siga feliz”, apuntó.
Según el español, el momento más tenso para él en esta edición de Roland Garros fue en los cuartos de final ante el argentino Diego Schwartzman, el único capaz de ganarle una manga en todo el torneo.
“Había perdido un set e iba un ‘break’ abajo”, recordó Nadal.
El número uno mundial dijo que no es bueno compararse con otros, en relación a los veinte títulos del ‘Grand Slam’ que tiene el suizo Roger Federer, tres más que Nadal.
“Claro que tengo la ambición, la pasión, pero no me vuelvo loco con lo que hagan otros, siempre habrá alguien con más dinero, con una casa mas grande, más (…) Si miras al de al lado puedes frustrarte, hay que ser feliz con lo que se tiene”, resumió.
Aunque reconoció que le gustaría tener veinte grandes torneos, destacó que ha tenido “una maravillosa carrera” y aclaró que sigue “luchando por cosas”.
“Hay que gente que trabaja más o como yo y no tiene la suerte que yo he tenido”, afirmó.
Nadal dejó en el aire su participación en Wimbledon: “Haré lo que sea bueno para mi cuerpo. Tengo que ver cómo me siento en un par de días”.
Según el tenista mallorquín, ganar once veces la Copa de los Mosqueteros es “mucho” y valoró haberlo conseguido después de los “problemas” de lesiones que pasó este año, con retiradas en el Abierto de Estados Unidos y Acapulco. EFE