Si te estás dejando dominar por el placer instantáneo o momentáneo, es probable que la dopamina sea la que tenga la culpa de todo esto. Y con esto, los expertos se refieren a que te aburres rápidamente, o compras lo que está de moda y lo dejas de usar rápidamente porque ya se perdió la magia. ¿Qué es lo que hace esta hormona en nuestro cuerpo? Resulta que “desencadena en nuestro cerebro la sensación de euforia y recompensa, o, dicho de otro modo, del placer”. Lamentablemente este tipo de placer o sensación no dura mucho, es por eso que tendemos a seguir buscándolo, para sentir de nuevo esa descarga y satisfacción inmediata. Pero por si esto fuera poco, el placer genera tolerancia, y cada vez necesitaremos más estímulo para conseguirlo. Es como una droga.
Ahora es el turno de hablar de la serotonina, “que es la llamada “hormona del bienestar”, de la calma y la satisfacción, la que nos hace sentirnos felices y satisfechos de manera duradera”.
¿Pero qué es lo que pasa con estas dos hormonas? Resulta que, según los expertos, no son compatibles. La primera suprime a la segunda, por lo que cuanto más busquemos el placer por el placer, más nos alejaremos de la posibilidad de estar tranquilos, felices y satisfechos.
¿Podemos hacer algo para conseguir un equilibrio entre las dos? El endocrinólogo pediátrico Robert Lustig (profesor de la Universidad de California, UCSF), dice que sí, y “esta reprogramación pasa por volver a conectar con nuestro entorno de manera directa (nada de redes sociales), para volver a sentir empatía y conexión”.
Su método de Lustig se basa en cuatro ideas, las cuatro “C”: conectar, contribuir, cuidarse y cocinar.
Conectar. Para conseguirlo, deberemos volver a la interacción personal, al cara a cara, que aumenta el vínculo con los demás y la empatía. Cmo quien dice, menos redes sociales, menos dispositivos móviles.
Contribuir. Debemos aportar o colaborar con los demás sin esperar nada a cambio. Lustig sostiene que la felicidad es dar, todo lo contrario que el placer, que es recibir sin más.
Cuidarse, con esto quiere decir que necesitamos un equilibrio para no caer en excesos, y de esa manera poder cuidarnos.
Cocinar. Por si no lo sabías, hay alimentos que son generadores de serotonina como: los huevos, el pescado, lo alimentos que contengan omega 3 o fructosa. Es por ello que una alimentación sana y equilibrada nos puede ayudar a conseguir el estado de bienestar asociado a la felicidad. ¿Qué tal?
No significa que debemos dejar a un lado el placer para conseguir la felicidad, se trata nada más de un equilibrio y darnos cuenta que la felicidad nos acompaña siempre. En cada día, en cada momento, y tiene mucho que ver nuestra paz y tranquilidad. Vivimos en una sociedad en la que estamos expuestos al placer instantáneo, dejando a un lado lo que realmente importa.
Fuente: https://bit.ly/2lpfQoQ