Desde que Steven Spielberg dejó a una generación con pánico de entrar al agua con “Tiburón”, pocas películas sobre escualos tuvieron éxito.
Las secuelas de aquella taquillera película de 1975 convirtieron el género en un cúmulo de cursis películas de monstruos, desde la serie de “Sharknado” a “Alerta en lo profundo” y “Miedo profundo”.
“The Meg” llega en agosto con la meta de darle un giro al género con un magalodón de dos millones de años, que es cinco veces más grande que un tiburón blanco.
“Cuando eres un niño, piensas que hay un monstruo bajo tu cama o dentro del armario y esos monstruos nos espantan, aparecen en nuestras peores pesadillas”, dijo a la AFP uno de sus protagonistas, Rainn Wilson.
“Están en nuestras sombras junguianas, la humanidad atraviesa un momento oscuro en la actualidad y creo que las películas de monstruos o posapocalípticas reflejan eso”.
Basada en el best-seller “Meg” de Steve Alten, la cinta de Jon Turteltaub cuenta también en el elenco con Jason Statham y la actriz china Li Bingbing.
Una estación de un programa internacional de observación submarina es atacada por una gigantesca criatura y termina en el fondo del océano Pacífico con su tripulación atrapada dentro.
El exrescatista Jonas Taylor (Statham), retirado, fue llamado por el oceanógrafo Dr. Zhang (Winston Chao) contra los deseos de su hija Suyin (Li), que piensa que puede conducir la operación por sí sola.
Pero salvar a esta tripulación de este indetenible megalodón de 23 metros requerirá de mucho, muchísimo esfuerzo.
El megalotón de “The Meg” fue creado por computadora, basado en una extensa investigación de la apariencia del animal.
La idea era crear algo que luciera enorme y aterrador, pero al mismo tiempo elegante en el agua.
El japonés Masi Oka, que interpreta a uno de los tripulantes atrapados, antes trabajó como artista de efectos visuales en las precuelas de “Star Wars”, “Misión a Marte”, “Terminator 3” y otras taquilleras películas.
Estimó que la tecnología es hoy irreconocible. “El límite no está en lo que puedes hacer, sino en lo que se te pueda ocurrir”, señaló.
Como otras taquilleras películas como “La Gran Muralla”, “Transformers: la era de la extinción”, “Rápidos y furiosos 7”, “Rascacielos: rescate en las alturas” y “Titanes del Pacífico: la insurrección”, “The Meg” contó con una buen financiamiento chino.
Y buena parte se desarrolla en ese país, en la isla china de Hainan. Aunque también se filmó en Nueva Zelanda. El golfo de Hauraki sirvió de doble del Pacífico chino y varias tomas se realizaron en tanques en Auckland.
Mire el tráiler de esta película que espera ser todo un éxito: