El Día del Niño es una celebración conmemorativa a todos los menores de edad.
No más niños tristes
En el país, familias, centros educativos y organizaciones hacen fiestas con el afán de compartir con los pequeños.
Regalos, dulces y piñatas son lo más común visto, pero no todo siempre fue felicidad.
La fecha tiene una razón de ser, y no es tan feliz como lo que se espera que sea cada 1 de octubre.
Eglantyne Jebb fue una activista social británica, fundadora de Save the Children. No sólo creó una de las organizaciones de desarrollo más importantes del mundo, sino que su labor desembocó además en la promulgación de los “Derechos del Niño” por parte de Naciones Unidas.
A partir de esto, en 1924, Jebb preocupada siempre por la infancia, con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja impulsó la adopción de la primera Declaración de los Derechos de los Niños.
Luego, el 20 de noviembre de 1959, en la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño y para 1989 se estableció la Convención que estimuló a los países a que establecieran una fecha para su celebración.
Esto se tomó en cuenta después del sufrimiento de los niños alrededor del mundo por explotación, trabajo forzado y abuso.
En esta oportunidad, y las autoridades de aquel entonces decidieron que en el país se celebraría cada 1 de octubre, fecha en la que también lo celebra El Salvador.
En Argentina y Chile se celebra el segundo o tercer domingo de agosto, en el caso de Paraguay es el 31 de mayo, Colombia el último sábado de abril. Por su parte, México, lo festeja el 30 del cuarto mes. En Venezuela es el tercer domingo de junio, en Uruguay es el 9 de agosto, y en Brasil el 8 de octubre.
“Todos los niños y niñas deben sentirse respetados y valorados como ciudadanos responsables y activos en sus países de origen y el mundo entero”.