El regreso de Simone Biles y de Kohei Uchimira a unos mundiales de gimnasia artística eclipsa cualquier otra novedad relacionada con la cita que comenzará este jueves en Doha.
El japonés, seis veces campeón mundial y doble campeón olímpico absoluto, el mejor gimnasta de la historia, y la estadounidense, tres veces oro mundial y reina absoluta de los Juegos de Río, pasaron la última temporada lejos de la competición y reaparecen a mitad del ciclo olímpico con la vista puesta en Tokio 2020.
Biles, de 21 años, se tomó un año de descanso tras los Juegos, volvió a los gimnasios en noviembre de 2017 y a la competición en julio de 2018 y en los entrenamientos de podio de Doha ha demostrado que está igual o mejor que antes del paréntesis.
El estado de Uchimura, a un año de la treintena, despierta más dudas: se lesionó un tobillo en los Mundiales de 2017 y no pudo sumar un nuevo título a su palmarés inigualable. En abril fue derrotado por primera vez en una década en el campeonato de Japón, adelantado por el diez años menor Kakeru Tanigawa, y este mes se volvió a torcer el tobillo en un entrenamiento de salto.
Tras el entrenamiento de podio de este miércoles, la federación internacional comunicó que Uchimura no entrará en los concursos de salto y suelo, los que más pueden castigarle el pie, por lo que no aspirará a un séptimo título absoluto y se limitará a sumar puntos para su equipo.
La estadounidense Morgan Hurd, de solo 17 años, y el chino Xiao Routeng, de 22, aprovecharon la ausencia de Biles y Uchimura en 2017 para ganar los títulos individuales y estarán en Doha para defender sus coronas.
Las tres selecciones medallistas en las competiciones por equipos, hombres y mujeres, asegurarán plaza olímpica. Las 24 mejores tendrán plaza en el Mundial de 2019, en el que a los 12 mejores se les franqueará el paso a Tokio 2020.
Japón, en hombres, y Estados Unidos, en mujeres, son los campeones vigentes.
Entre los inscritos en el Mundial figuran medallistas habituales como el ucraniano Oleg Verniaiev, el británico Max Whitlock, el japonés Kenzo Shirai, el norcoreano Ri Se Gwang, el griego Eleftherios Petrounias, la rusa Aliya Mustafina (de vuelta tras su maternidad), la canadiense Ellie Black o la holandesa Sanne Wevers.
Un año más disputarán el mundial los dos abuelos de la gimnasia: el rumano Marian Dragulescu, nacido en 1980, y la uzbeka Oksana Chusovitina, que ha competido con cuatro nacionalidades distintas, tiene 43 años, sigue entre las mejores en salto y persigue su octava aparición olímpica.
Con intención de hacerse un hueco entre europeos, asiáticos y estadounidenses, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México y Perú son los países latinoamericanos que participarán en los Mundiales.
Solo Argentina, Brasil, Colombia y México presentan equipos completos para comenzar a luchar por la clasificación olímpica.
Pero los otros países tienen individualidades con opción a entrar en finales, como el chileno Tomás González en suelo, el guatemalteco Jorge Vega en salto y el cubano Manrique Larduet, subcampeón mundial en 2015.
El jueves y el viernes se disputará la ronda masculina de clasificación, el sábado y el domingo la femenina y de lunes a sábado todas las finales: por equipos, concurso completo individual y por aparatos. EFE