Mientras la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) anunciaba cambios en su estructura de gobierno, el exinvestigador jefe del organismo dijo en un artículo de opinión que sus líderes deberían ser sustituidos y que la decisión de reinstaurar a la suspendida agencia antidopaje rusa se produjo por un proceso “cobarde” que traicionó a los deportistas limpios.
El artículo de Jack Robertson, que encabezó la pesquisa inicial de la AMA sobre el dopaje en el sistema deportivo ruso, se publicó coincidiendo con las reuniones de la cúpula de la agencia esta semana en Bakú, Azerbaiyán.
“La única razón para la existencia de la AMA es salvaguardar los derechos de los deportistas limpios para una competencia justa, y sin embargo eso se ha convertido en una preocupación secundaria, cuando lo es”, escribió Robertson en el texto publicado en el cibersitio de ITV News.
Robertson describió la reticencia del organismo a abordar el escándalo ruso cuando salieron a la luz los primeros detalles y apuntó que la decisión de reincorporar a la RUSADA “está en línea con la cultura de la AMA en los últimos años en su respuesta a las revelaciones sobre el programa de dopaje patrocinado por el estado ruso”.
“Como de costumbre, la AMA dio el paso cobarde al parecer pasar el testigo a un comité de expertos que nunca tuvo ninguna independencia real y recomendó, como era previsible, que Rusia fue reinstaurada”, escribió Robertson.
La medallista olímpica canadiense Becket Scott, que formaba parte de ese comité, renunció a su puesto tras la recomendación.
En un comunicado a la televisora británica BBC, la AMA calificó el análisis de Robertson de “denuncias antiguas e infundadas” que forman parte de una campaña con motivaciones políticas contra el organismo y su presidente, Craig Reedie.
En su reunión de la semana pasada, la AMA aprobó una reforma de gobierno que incluirá la formación de un comité de ética independiente y asegurar un minino de un puesto para los deportistas en todas sus comisiones. Además pidió una presidente y vicepresidentes independientes, lo que podría suponer que no estén relacionados con el deporte (el Comité Olímpico Internacional) o los gobiernos, que financian de forma conjunta la agencia.