Con información de la agencia internacional de noticias EFE
La izquierdista Claudia Sheinbaum, primera mujer en asumir la jefatura de Gobierno de Ciudad de México gracias al voto popular, asumió hoy el poder con la promesa de “no reprimir el pueblo” y lanzando un anuncio estrella: la supresión del cuerpo de granaderos o policías antimotines de la capital.
Tras jurar el cargo acompañada de su mentor político, el presidente Andrés Manuel López Obrador, la nueva mandataria aseguró ante el Congreso capitalino que “la policía está para cuidar al pueblo y no se requieren cuerpos para reprimirlo“.
“Lo primero que haremos es acabar con los abusos. A partir de ahora se restablece la democracia y la libertad política, nunca más ejerceremos o permitiremos la persecución y la violencia directa o simulada por pensar y actuar de forma distinta de quien gobierna”, dijo la nueva jefa del Gobierno capitalino.
La violencia
Sheinbaum prometió acabar con las persecuciones políticas desde la misma tribuna en que hace 50 años el presidente Gustavo Díaz Ordaz amenazó al movimiento estudiantil del 68, que entre otras cosas pedía la supresión de los granaderos y que posteriormente fue reprimido “en uno de los capítulos negros de la historia”.
“En los últimos años vivimos el abandono del servicio público y la democracia, se estableció un modelo de desarrollo urbano desigual que privilegió la ganancia inmobiliaria sobre el interés público”, criticó Sheinbaum ante la mirada de su predecesor, José Ramón Amieva.
Situó como una de sus prioridades los damnificados del terremoto que azotó la capital el 19 de septiembre de 2017, dejando dos centenares de muertos, y anunció que los afectados “recibirán apoyos directos para la reconstrucción” de sus domicilios.
Sheinbaum
Sheinbaum, que era delegada del distrito Tlalpan del sur de la capital cuando el sismo derrumbó el colegio Rébsamen llevándose la vida de 19 niños y siete adultos, ha sido acusada de haber autorizado previamente permisos de obras irregulares en la escuela.
Combatir los elevados índices de violencia y de criminalidad que sufre la capital será otra de sus prioridades y, en ese sentido, recuperará las reuniones matutinas del gabinete de seguridad capitalino que instauró López Obrador cuando fue jefe de Gobierno de la ciudad (2000-2005).