El hincha de River Matías Firpo, liberado este jueves después de ser detenido por atacar el autobús de Boca Juniors el día que se iba a disputar la vuelta de la final de la Copa Libertadores, admitió estar “arrepentido” de lo que hizo y dijo que él no se suele comportar de esa manera.
“Fue un momento que no supe controlar un impulso de cual me arrepiento. Yo sé que estuve mal, no soy de hacer eso y me duele haber pasado por esto”, aseguró Firpo en una entrevista concedida al canal de televisión argentino Todo Noticias.
Firpo fue condenado por la Justicia argentina a dos años y cuatro meses de prisión que no tendrá que cumplir, y hasta el momento es la única persona que ha sido detenida por el ataque al autobús de Boca, que provocó heridas en varios jugadores, entre ellos el capitán xeneize, Pablo Pérez, y cuya consecuencia fue la suspensión del encuentro.
Decenas de personas participaron en los altercados contra el vehículo.
Firpo agregó que en el proceso de “fallas”, él se equivocó pero también lo hizo “el operativo” desplegado, al permitir que hubiera hinchas de River tan cerca de los jugadores de Boca.
“Nunca pensamos que iban a hacer doblar el micro (autobús) como lo iban a hacer por ahí porque había un cúmulo de gente. Cuando viene el micro ya era un desastre todo”, explicó sobre cómo vivió los incidentes desde dentro.
Mientras Firpo hacía esas declaraciones, River Plate y Boca Juniors ya se encuentran en Madrid para disputar de manera definitiva el partido que consagrará al campeón de la Copa Libertadores 2018, en su nueva sede del Santiago Bernabéu.
La Justicia decidió que el condenado no pueda concurrir a las inmediaciones del estadio River Plate, ni acceder al estadio de River Plate por el tiempo de la condena y tampoco podrá acudir a eventos futbolísticos masivos durante los dos años que dura la condena.
Asimismo, deberá realizar 180 horas de tareas comunitarias y hacer un curso de “convivencia urbana”, entre otras medidas.