El capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, protagonizó la anécdota del jueves en la estancia del equipo blanco en el Mundial de Clubes, al aprovechar el tiempo libre para hacer turismo, visitando la gran mezquita de Abu Dabi con un típico atuendo emiratí.
Después de la victoria 3-1 ante el Kashima Antlers el miércoles en semifinales, el entrenador Santiago Solari dio unas horas libres este jueves a sus jugadores, que no tenían que estar disponibles hasta las 17h00 locales (13h00 GMT), poco antes del entrenamiento de la tarde-noche en los terrenos de la New York University de la capital emiratí.
Ramos abandonó por la mañana el hotel de concentración del equipo con un grupo de amigos, todos ellos vestidos con atuendos típicamente locales, con una larga túnica blanca (kandura) y una tela cubriendo la cabeza (guthra) sujetada por un cordón negro (agal).
El destino del taxi se conoció poco después en las redes sociales: la gran mezquita Sheikh Zayed, uno de los símbolos de la ciudad y la más grande de Emiratos Árabes Unidos.
“Un lugar único. Respeto y admiración. Gracias por el trato y el cariño”, escribió el central andaluz en su cuenta de Instagram, posando con su atuendo local bajo una de las llamativas lámparas del templo.
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