El Dakar 2019 se lanza hoy de lleno a las dunas de Perú, en las que permanecerá los próximos diez días, con una etapa prólogo, la más corta de toda la carrera, que a los pilotos les servirá como aperitivo de las dificultades que les tocará pasar.
La etapa tiene 311 kilómetros entre las ciudades de Lima y Pisco, de los que solo 84 son cronometrados, una primera toma de contacto con el desierto peruano, cuyas dunas son temidas por los competidores por su arena blanda, altura y pendiente.
Los 334 vehículos que integran este año la caravana del Dakar deben completar primero por la Carretera Panamericana los 247 kilómetros que separan a la capital peruana de Pisco antes de lanzarse a hacer el tramo cronometrado sobre la arena del desierto.
“Es una etapa que no interesa ganar pero tampoco interesa perder mucho tiempo”, decía este domingo el piloto español Carlos Sainz, vigente campeón del Dakar en coches, a su paso por la rampa de salida.
El madrileño advirtió que, para los coches, esta etapa primera etapa tiene algo de trampa, ya que el vencedor será el primero de toda la caravana en iniciar la segunda etapa, por delante de las motos, cuando normalmente son estas las que salen antes que los coches.
Eso hará que el coche que gane esta etapa prólogo se encontrará el desierto impoluto en la segunda etapa, sin ninguna huella que le pueda guiar en mitad de las dunas y con un riesgo mucho mayor de desorientarse y perder tiempo.
Por eso Sainz, que será el primer coche en partir en esta etapa prólogo por su condición de campeón, daría por buena una sexta o séptima posición al final día, ya que le daría mayor ventaja para afrontar la siguiente jornada.
El Dakar 2019 es la primera edición del rally que se celebra en un solo país, con diez etapas en Perú del 7 al 17 de enero en las que más de medio millar de participantes recorrerán unos 5.000 kilómetros, de ellos casi 3.000 cronometrados. EFE