Después de tres décadas, la Copa América vuelve este jueves a Brasil con el sorteo que definirá los grupos de su edición más abierta de los últimos años, con Messi en duda, la Canarinha y Argentina sin margen de error y la bicampeona Chile empeñada en revivir a su generación dorada.
Custodiado por sus estrellas, el continente tratará de sacudirse la amargura del fracaso en Rusia -donde quedó fuera de las semifinales por quinta vez en la historia- cuando el 14 de junio arranque en Sao Paulo la 46ª edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo.
El destino de los diez equipos de la Conmebol, y de las invitadas Japón y Catar, comenzará a decidirse a partir de las 20H30 locales (22H30 GMT) en la Cidade das Artes de Rio de Janeiro, en el sorteo que conducirá el excapitán de la Seleçao Cafú y que contará con la participación especial de Ronaldinho.
Ídolos del fútbol sudamericano como Zico, Marta o el excapitán uruguayo Diego Lugano irán desvelando las selecciones que formarán los grupos iniciales de la competición que coronará al nuevo rey del continente el 7 de julio en el Maracaná.
En su quinta Copa América como organizador, Brasil será uno de los tres cabezas de serie que estarán en el bolillero 1, junto a Uruguay, séptima del ranking FIFA y máxima ganadora histórica con 15 trofeos, y la urgida Argentina (11ª).
La compleja situación de la albiceleste -sin ganar un título absoluto desde hace 26 años- no le impidió liderar uno de los grupos, gracias a su posición en la clasificación utilizada por la Conmebol para distribuir los cuatro bombos.
En el segundo estarán la potente Colombia, la actual campeona Chile y la mundialista Perú, mientras que el tercero tendrá a Venezuela, Paraguay y Japón, que repite tras su primera invitación en 1999.
Ya en el cuarto bolillero aguardarán Ecuador, Bolivia y Catar, que no podrá coincidir con la otra convidada en la primera fase.
– Dudas –
La suerte definirá también el tránsito de las selecciones por las cinco sedes de un torneo que pasará por Sao Paulo, Rio de Janeiro, Salvador, Belo Horizonte y Porto Alegre y que, a casi cuatro meses de que ruede el balón, concentra más incógnitas que nunca.
La primera, el 10 albiceleste. El mismo que Messi no ha vuelto a vestir desde la bochornosa salida de Argentina en Rusia, desquiciada ante Francia en octavos.
Desde la final perdida ante Brasil en 2007, la Copa América solo le ha traído disgustos a la ‘Pulga’, incluyendo la precoz caída en casa en 2011 y las dolorosas decisiones desperdiciadas ante Chile, en 2015 y 2016.
Un bloqueo que arrastra Argentina desde su último título continental en 1993 y que, para muchos, solo él podría romper. De momento, Messi no ha dicho nada, pero el reto de conquistar al fin aquel Maracaná donde Alemania le rompió el corazón en 2014 podría ser suficiente para traerle de vuelta.