Antes de que el cómico Volodimir Zelenski ganara este domingo la elección presidencial en Ucrania, muchas celebridades, desde Ronald Reagan hasta Donald Trump, se convirtieron en políticos y lograron ascender a las más altas funciones de sus países. Pero también en Guatemala un cómico pudo llegar al poder: Jimmy Morales.
El estadounidense Ronald Reagan es la primera estrella de cine convertida en jefe de Estado. Comentarista deportivo en una emisora y luego actor de serie B durante más de 20 años, fue elegido gobernador de California en 1966 y se convirtió en el 40 presidente de Estados Unidos en 1981. Luego obtendría un segundo mandato.
Siguiendo el camino de Reagan, Arnold Schwarzenegger, ex Míster Universo convertido en estrella de Hollywood, fue elegido gobernador de California en 2003. Originario de Austria, el “gobernador” dirigirá durante siete años el Estado más poblado y más rico de Estados Unidos.
En Filipinas, Joseph Estrada, actor adorado por los pobres, entró a la política en 1969 como alcalde, antes de convertirse en senador, luego vicepresidente. En 1998, accede a la magistratura suprema, pero fue sacado del poder tres años más tarde por una revuelta popular, luego de acusaciones de corrupción.
En Guatemala, el actor cómico Jimmy Morales fue elegido en octubre de 2015 presidente, aupado por un movimiento de exasperación popular contra la corrupción y la clase política. Productor de cine y animador de televisión, se volvió famoso en 2007 al encarnar a “Neto”, cow-boy ingenuo que está a punto de convertirse en presidente.
Otro actor popular, el peruano Salvador del Solar se convirtió en ministro de Cultura en 2016 antes de ser nombrado Primer ministro en marzo de 2019.
El magnate de los medios de comunicación italiano Silvio Berlusconi, conocido por presentar en sus programas a mujeres semidesnudas, ocupó en tres ocasiones el puesto de presidente del Consejo entre 1994 y 2011. Pese a sus recurrentes problemas con la justicia, dirigió a la derecha italiana durante 25 años.
En enero de 2017, Donald Trump, multimillonario cabeza de un imperio inmobiliario, ingresó a la Casa Blanca ante la mirada estupefacta del mundo entero.
Ex propietario del concurso Miss Universo, el 45º presidente de Estados Unidos, que no tenía ninguna experiencia política, debe su fama en especial a un juego de telerrealidad, “El Aprendiz”, que produjo y animó entre 2004 y 2015.
Musicólogo y pianista famoso en su país, Vytautas Landsbergis fue elegido presidente de Lituania en 1990. Ingresó a la política dos años antes, al cofundar Sajudis, movimiento nacionalista que llevaría a la primera república soviética a separarse de la URSS.
Michel Martelly, cantante popular haitiano conocido bajo el nombre de “Sweet Micky”, presidió a su país de 2011 a 2016.
Esgrimista, campeón olímpico por equipos en espada olímpica (1968 y 1972), Pal Schmitt se convirtió en 2010 en el cuarto presidente de la Hungría democrática. Tuvo que renunciar dos años más tarde tras el escándalo de plagio de su tesis de doctorado.
Nativo de los tugurios de Monrovia convertido en estrella planetaria de fútbol en los años 1990, George Weah fue elegido en diciembre de 2017 presidente de Liberia. Único africano en ganar el Balón de oro, ingresó a la política a fines de la guerra civil (1989-2003) y ganó su primer mandato en diciembre de 2014, al convertirse en senador.
En agosto de 2018, el ex-campeón Imran Khan, idolatrado por millones de paquistaníes por conducir el equipo nacional de cricket, deporte rey en el país, a su única victoria en la Copa mundial en 1992, asciende a la jefatura de gobierno.
Lejos de todo proceso electoral, el dictador ugandés Idi Amin Dada, quien llegó al poder por un golpe de Estado en 1971, era un ex campeón de boxeo de peso pesado.
Otras personalidades han realizado carreras políticas y literarias como Leopold Sedar Senghor, primer presidente de Senegal tras la llegada de la democracia en 1960, o Vaclav Havel, quien ganó en 1989 la primera presidencial de la Checoeslovaquia postcomunista.
Con información de Florence de Marignan / AFP