A los migrantes que son retornados a Guatemala como parte del acuerdo migratorio firmado con Estados Unidos, únicamente les dicen que vienen a un “país seguro” pero se encuentran con que llegan al país vecino de donde han salido”, opinó el director de la Casa del Migrante, Mauro Verzeletti.
Las declaraciones del religioso se dieron al referirse a los migrantes retornados, salvadoreño y hondureño, que arribaron ayer al país como parte de este acuerdo firmado en julio pasado.
“Son gente trabajadora, entonces no conocen mucho de lo que han firmado; ellos simplemente dicen que los envían a un país seguro, pero se topan con la puerta del país vecino que han salido, el país que han cruzado, y ahora se encuentran en el inicio del camino, otra vez”, expuso Verzeletti.
Capacidad de atención
Sobre la capacidad para atender a los migrantes, el director de la Casa del Migrante de Guatemala expuso que están consciente de la situación, y añadió que hay que buscar mecanismos para responder a “esas necesidades humanitarias”.
El motivo es porque puede transformarse en una “crisis humanitaria”, ya que, asegura, “no existe una acción contundente” de parte del Gobierno ni de los organismos internacionales.
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También dijo que las personas, al llegar, presentan algún tipo de problema de salud físico o mental, debido a las circunstancias y a los cambios que han tenido que sufrir.
“Ellos han salido de su país en búsqueda de mejores oportunidades y ahora están a la espera de la protección internacional, la cual no se sabe cuánto pueda tardar”, insistió Verzeletti.
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