El Papa Francisco invitó a los creyentes de todo el mundo a unirse en una jornada de oración, ayuno y obras de caridad, para implorarle a Dios que ayude a la humanidad a vencer la pandemia del Coronavirus.
La invitación para unirse espiritualmente se llevará a cabo este jueves 14 de mayo.
El canal del Vaticano realizó un video para lanzar la convocatoria en la que ya se suman personas de todo el mundo.
“Rezaré para superar esta distancia y esperando así, finalmente, amar a quien está en mi lado”.
“No dejaremos que el coronavirus nos venza, por eso rezaré”.
“El Covid-19 no nos atemorizará”.
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Heroísmo en medio de la pandemia
El papa Francisco rezó este martes por los enfermeros y enfermeras, ejemplo de “heroísmo” frente a la pandemia de coronavirus que azota al mundo.
“Que el Señor los bendiga. En esta época de la pandemia han dado ejemplo de heroísmo y algunos han dado su vida. Recemos por las enfermeras y los enfermeros”, dijo el papa durante la misa matutina en la capilla de su residencia en el Vaticano.
“Hoy es el día de las enfermeras. Ayer envié un mensaje. Recemos hoy por los enfermeros y enfermeras, hombres, mujeres, muchachos y muchachas que tienen esta profesión, que es más que una profesión, es una vocación, una dedicación”, agregó.
En el mensaje, enviado en ocasión del Día Internacional de la Enfermería, el papa instó a las autoridades mundiales para que les garanticen “realizar su vocación con dignidad”.
Organizada por la Organización Mundial de la Salud, en la que se recuerda el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale, con quien dio inicio la enfermería moderna, la jornada este año ha sido dedicada a los numerosos enfermeros y personal de la salud que han perdido la vida en varios países tras contagiarse con el coronavirus.
“Hemos vuelto a descubrir la importancia del rol del personal de enfermería, como también el de partería”, recuerda el pontífice,
Para el papa los enfermeros y enfermeras, no sólo tienen un conocimiento científico-técnico, sino que su profesión está “constantemente iluminada por la relación humana y humanizadora con el paciente”, por lo que los considera “los santos de la puerta de al lado”.
