Las expectativas sobre la consulta comunitaria en comunidades indígenas maya q’echi’ en Panzós, Alta Verapaz, y El Estor, Izabal, por el proyecto minero Fénix fueron superadas con los acuerdos aprobados. El director general de la empresa comparte sobre los retos de ese proceso.
¿Acompañó la CGN en el proceso de la consulta comunitaria?
Por supuesto. Fue un tema que inició entre junio y julio por el Ministerio de Energía y Minas, partiendo de un diagnóstico que se realizó en las comunidades del área de influencia y en el transcurso de la etapa se dieron las tres fases conocidas. Que son la pre-consulta, la consulta y el establecimiento de acuerdos. La CGN tuvo una participación activa desde el momento que fueron incluidos bajo la solicitud del MEM para establecer quienes eran los titulares y suplentes a participar en el proceso. Como parte de los tres actores principales que establecía la resolución. Que en el caso fueron las comunidades indígenas del área de influencia del proyecto. El MEM como ente rector y representante del Gobierno y la CGN.
¿Qué retos superó la empresa con la realización de la consulta comunitaria?
Se han realizado dos consultas previas y fueron en 2006 y 2018. Hay que comprender que en el país no existe un reglamento o procedimiento de como realizar una consulta comunitaria. Inclusive si se revisan las sentencias judiciales de otros proyectos, donde se establece como eje e referencia para realizar la consulta del proyecto Oxec. Pero a la fecha no existe un reglamento como en otros países donde se establecen los criterios concretos, las etapas y la descripción de los pasos a realizarse para una consulta. Eso dio paso de que existan siempre puntos que puedan ser discutidos. Esto fue un proceso de aprendizaje para la compañía porque han sido distintas las anteriores consultas, partiendo del punto crítico de que no existe un reglamento de la manera concreta y precisa de realizar una consulta, ya que siempre existen muchos puntos de interpretación.
¿Cuál es la visión de la compañía a mediano plazo luego de los resultados?
Todo se resumen que el proceso fue de satisfacción. Consideramos que fue un proceso amplio, detallado y con inclusión. Fue un procedimiento que establecieron las mismas comunidades indígenas, desde donde se propuso un sistema piramidal para trasladar la información hasta las propias comunidades. Ni siquiera limitado a comunidades indígenas sino a los mismos Cocodes. A las comunidades registradas en las municipalidades y que todas las personas interesadas en hacer valer su opinión y se convocó a las asambleas, donde se generó documentación y que se discutieron.
En línea general se puede resumir como una aceptación hacia el proyecto. Existe una necesidad de parte de las comunidades del área de influencia y que este tipo de proyectos pueden aportar mucho. En la etapa de acuerdos fueron claros, como las comunidades tuvieron muchas solicitudes hacia el Gobierno central. Solicitudes hacia nosotros y en el marco de esos acuerdos se llegaron a establecer las pautas sobre las cuales la compañía van a responder y darle seguimiento. La consulta es un proceso continúo y no solo termina acá sino un proceso que básicamente se le da continuidad en el tiempo que la licencia siga vigente.
Con los resultados de los acuerdos se espera que disminuya la conflictividad en el área ¿Están anuentes de que se vuelvan a dar problemas?
Hay que comprender que la zona geográfica donde está ubicado el proyecto minero ha sido una zona conflictiva y los problemas en la zona vienen de varios factores. Existe el tema de tierras, de narcotráfico, de migración y la del proyecto minero. Dentro de todos esos factores de conflictividad desde nuestra perspectiva el tema minero es el que menor porción aporta a la conflictividad. Porque si analizamos estadísticamente los conflictos que ha habido en contra de la minera podríamos decir que existen dos tipos de conflictos directamente contra la minería. El primero y más frecuente que son los bloqueos que se han dado en el marco de solicitud de empleo. Y este en alguna forma no es negativo sino una aceptación del proyecto, como decir queremos el proyecto, pero dennos trabajo, y eso deriva de la misma necesidad.
El Estor es una zona rural donde se desarrolla la agricultura y existen problemas por la palma africana. Y una pequeña porción en contra de la minería argumentando, por ejemplo, contaminación u otra causa sobre las cuales ciertos grupos han estado en contra del proyecto.
Si vemos estadísticamente el evento anterior al que sucedió fue en 2017. Cuando aparecieron manchas rojas en el agua y en ese momento de alguna forma se culpó que era la compañía por desechos de las compañías. Después surge otro conflicto que es básicamente que fue cuando se implementó el estado de Sitio donde nuevamente otro grupo bloqueo la carretera.
Que ni siquiera era en contra del proyecto, sino participar en el proceso de la consulta. Son dos elementos aislados, de grupos radicales que se niegan a participar en el diálogo, peor que pueden ser manipulados por grupos más fuertes. Ha habido mucha desinformación y se ha utilizado por grupos. Saliendo del tema de la consulta, esperamos que los próximos tres años sean tranquilos por los acuerdos que existen en el marco de la consulta comunitaria. Donde existe una buena participación y que las operaciones van a funcionar de manera adecuada, no consideramos que haya conflictividad en el área.
¿Qué compromisos se fijaron para que el Estado o Gobierno cumpla, ya que les afecta a la compañía?
Como parte de los acuerdos está el seguimiento que se establece por medio de mesas técnicas con la participación de los tres actores principales. También hay temas de infraestructura como es la construcción de un hospital, de una carretera, que hay temas legales de por medio. Existen acuerdos para dar monitoreo al cumplimiento de las medidas de mitigación que debe cumplir el proyecto Fénix.