Cartorce migrantes de distintas nacionalidades fueron interceptados este sábado, 22 de enero, por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).
Se trata de personas originarias de El Salvador, Honduras, Nicaragua y México, quienes viajaban en un autobús rumbo a La Mesilla, Huehuetenango.
Según informó la PNC en sus redes sociales, el bus en el que viajaban los migrantes, fue interceptado en el kilómetro 46 de la ruta Interamericana, en jurisdicción de Sumpango, Sacatepéquez.
En el km.46 ruta Interamericana jurisdicción de Sumpango Sacatepequez, fueron localizados 14 migrantes de El Salvador, Honduras, Nicaragua y México, que viajaban a bordo de un autobús de transporte público rumbo a La Mesilla, Huehuetenango pic.twitter.com/6SvfCllWvO
— PNC de Guatemala (@PNCdeGuatemala) January 22, 2022
Atención a migrantes
Los agentes les pidieron a los migrantes extranjeros sus documentos de identificación, quienes confirmaron que permanecían en Guatemala de forma irregular.
Por tal motivo, se les remitió al albergue del Instituto Nacional de Migración (IGM), donde se les brindará asistencia y se aclarará su situación migratoria.
Según las autoridades, el grupo de extranjeros incumplió con los procedimientos migratorios y de bioseguridad reglamentarios.
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Política migratoria de EE. UU.
El presidente estadounidense Joe Biden llegó a la Casa Blanca con una batería de reformas migratorias bajo el brazo, pero algunas tropezaron con el Congreso en su primer año de mandato.
Después de la línea dura de su predecesor republicano, Donald Trump, Biden prometió una política migratoria “más humana”.
“Presenté una propuesta sobre migración que, si la aprobáramos, estaríamos en un lugar totalmente diferente en este momento. Pero no lo estamos porque no tenemos ni un solo voto republicano”, declaró Biden el miércoles durante una rueda de prensa de dos horas en la Casa Blanca.
El presidente demócrata abrió varios frentes: propuso una vía hacia la ciudadanía para 11 millones de indocumentados en un país que lleva 35 años sin una ley de este tipo, pero nunca se votó.
En marzo, la cámara baja del Congreso votó a favor de un proyecto de ley que abre el camino para regularizar a las personas con Estatus de Protección Temporal (TPS) y a unos 600.000 jóvenes acogidos al programa de Acción Diferida de los Llegados en la Infancia, DACA (por sus siglas en inglés), que protege temporalmente de la deportación a indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños, conocidos como dreamers (soñadores).
El TPS es un programa temporal y renovable que impide la deportación y da acceso a un permiso de trabajo para ciudadanos extranjeros que no pueden regresar de manera segura a su país debido a desastres naturales, conflictos armados u otras condiciones extraordinarias. En la actualidad se aplica a varios Estados latinoamericanos: Haití, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Venezuela.
Al mismo tiempo la cámara baja dio el visto bueno a un texto que facilita la obtención de un permiso de residencia a los inmigrantes que trabajen como empleados agrícolas.
Pero ninguno de estos textos fue votado en el Senado, que se ha convertido en una pesadilla para Biden porque tiene una mayoría muy ajustada e incluso algunos de los senadores centristas se oponen a sus propuestas.
A finales de 2021 el presidente de 79 años volvió a la carga intentando forzar la aprobación de un apartado migratorio que incluyó en su colosal programa social Build Back Better (Reconstruir Mejor). Pero también está empantanado en el Senado.
