Uno de cada tres latinos en EE. UU. se afectaría por el plan de deportaciones masivas de Donald Trump, lo que podría crear una crisis humanitaria en las comunidades hispanas y golpearía la economía del país y de ciertas cadenas de suministros vitales, según lo advierte un análisis revelado este martes.
Al menos 28 millones de personas en EE. UU. se verían impactadas si el expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca lleva a cabo su plan, de acuerdo con el reporte de FWD.us presentado este martes por una coalición de organizaciones defensoras de los inmigrantes y el senador demócrata por California, Alex Padilla.
El estudio detalló que del total de personas potencialmente afectadas, cerca de 20 millones son latinas y están en riesgo de ser deportadas o sufrir separación de familias, lo que representa una tercera parte de los miembros de esa comunidad en el país.
"Muchas vidas podrían ser destrozadas si es elegido Donald Trump y cumple con las promesas (de deportaciones masivas) que ha hecho", advirtió Padilla, que preside el Subcomité de Inmigración, Ciudadanía y Seguridad Fronteriza en el Senado de EE. UU.
El demócrata subrayó que es importante que los votantes entiendan que la deportación de los aproximadamente 13 millones de indocumentados causaría "devastación" en comunidades enteras. "No solo estamos hablando de inmigración, sino también de economía y de cómo muchos negocios se verían afectados", añadió.
En ese sentido, Janet Murguía, directora de UnidosUS, el grupo más grande de defensa de derechos civiles de los latinos en EE. UU., destacó que la deportación de millones de personas culminaría afectando varias cadenas de producción en el país. "Es una amenaza a nuestra economía", sentenció.
Promesa que crea división
Murguía añadió que la popular promesa del aspirante republicano no es sobre la seguridad, sino "sobre la división".
Para Vanessa Cárdenas, directora ejecutiva de America's Voice, el objetivo de Trump y sus asesores es impulsar que más gente "sea deportable" y citó las palabras de Stephen Miller, el principal asesor en inmigración del candidato: "América para los americanos".
Los activistas también pusieron como ejemplo del mensaje divisivo los comentarios hechos por el comediante Tony Hinchcliffe el domingo pasado en un mitin de la campaña republicana en Nueva York, donde llamó a Puerto Rico una "isla flotante de basura" y bromeó diciendo que a los latinos "les encanta tener bebés".
Aunque la campaña se desmarcó de los comentarios, el expresidente no se ha querido referir aún al episodio y este martes dijo que el mitin celebrado el fin de semana en el Madison Square Garden fue un "festival del amor".
Gustavo Torres, presidente de CASA in Action, que alienta el voto de los latinos y este año ha enfocado sus esfuerzos en los estados clave de Georgia y Pensilvania, advirtió de que los votantes puertorriqueños y latinos en esos estados "no olvidarán" las ofensas de las que han sido víctimas e instó a los electores hispanos a salir a votar.
El reporte, además, citó estudios que demuestran que aunque la mayoría de votantes hispanos están de acuerdo con más políticas de seguridad para la frontera también apoyan una reforma migratoria con vía a la ciudadanía.
*Con información de EFE