El FC Barcelona vivió un desenlace amargo en Balaídos tras empatar 2-2 frente al Celta de Vigo en un partido lleno de emociones, tensión y polémica. A pesar de haber tomado una ventaja de dos goles gracias a los tantos de Raphinha (15′) y Robert Lewandowski (61′), el equipo de Hansi Flick no pudo mantener el resultado y sufrió una remontada en los minutos finales. Alfonso González (84′) y Hugo Álvarez (86′) marcaron para el conjunto gallego, desatando la locura entre la afición local.
El encuentro comenzó con un Celta agresivo y un Barça que intentaba controlar el ritmo. Sin embargo, la polémica apareció temprano, cuando Gerard Martín, joven canterano culé, fue amonestado en el minuto 5 tras una entrada dura. Su actuación estuvo marcada por otro encontronazo con Iago Aspas al borde del descanso, que pudo significar su segunda amarilla, pero el árbitro decidió no sancionarlo. Esto provocó la indignación del público y del propio Aspas, quien terminó siendo amonestado por sus protestas. Consciente del riesgo, Flick sustituyó a Martín en el entretiempo para evitar problemas mayores.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) November 23, 2024
Barcelona dejó escapar la victoria
En la segunda mitad, el Barça parecía encaminado hacia una victoria cómoda. Lewandowski amplió la ventaja con un gol que lo consolida como líder en la carrera por el ‘Pichichi’. Sin embargo, el Celta nunca dejó de insistir y encontró en Iñaki Peña un muro difícil de superar. El portero culé realizó varias atajadas clave, manteniendo el arco en cero hasta los minutos finales, cuando un giro inesperado cambió el rumbo del partido. La expulsión de Marc Casadó al 82′, tras recibir su segunda amarilla, dejó al Barça en inferioridad numérica y vulneró su esquema defensivo.
El Celta aprovechó la superioridad y no tardó en capitalizarla. Apenas dos minutos después de la expulsión, Alfonso González recortó distancias con un remate preciso, y en el 86′, Hugo Álvarez empató el marcador con un disparo que dejó sin opciones a Peña. Balaídos estalló en júbilo mientras el Barça intentaba reorganizarse, pero ya era demasiado tarde. Los intentos de los culés por recuperar la ventaja no fructificaron, y el partido concluyó con un empate que deja un sabor agridulce en ambos equipos.
Con este resultado, el Barça suma 34 puntos y sigue liderando La Liga, aunque con menos margen sobre sus perseguidores. Por su parte, el Real Madrid, con dos partidos pendientes, tiene la posibilidad de recortar distancias este domingo frente al Leganés. Para los dirigidos por Hansi Flick, este tropiezo servirá como recordatorio de que no hay margen de error en una temporada que se perfila como una de las más competitivas de los últimos años.