En la antesala de uno de los partidos más determinantes de la temporada, Carlo Ancelotti ofreció una conferencia de prensa cargada de emociones, donde no solo habló del crucial clásico ante el Barcelona, sino que también dejó entrever un posible aroma a despedida. El entrenador del Real Madrid, visiblemente concentrado pero con una actitud reflexiva, confesó tener plena confianza en que su equipo logrará los tres puntos que revivirían la lucha por LaLiga. "Si mis jugadores me escuchan, va a salir bien", afirmó con seguridad, aludiendo al trabajo táctico realizado para afrontar al equipo de Hansi Flick.
Ancelotti reconoció la dificultad del reto, recordando las derrotas en la primera vuelta del campeonato y en la Supercopa de España, aunque destacó que la actuación en la reciente final de Copa del Rey, pese a la derrota, dejó buenas sensaciones. "Estamos motivados, ilusionados. Sabemos que va a ser complicado, pero el último enfrentamiento fue más parejo y eso nos da confianza", expresó. El técnico italiano enfatizó en la necesidad de defender bien y aprovechar las debilidades del rival en ataque, señalando la importancia de las transiciones rápidas y la atención al fuera de juego.
Ancelotti ante el que podría ser su último Clásico
Más allá del análisis táctico, la rueda de prensa estuvo impregnada de un tono emocional inevitable. Las preguntas sobre su futuro volvieron a surgir, especialmente por el interés público de la selección brasileña y los rumores del posible reemplazo por Xabi Alonso. Sin embargo, Ancelotti fue categórico al asegurar que estos temas no distraen al grupo. "Lo que pasa alrededor esta semana no nos ha afectado para nada. Cero problemas. Estamos bien, con mucha confianza", zanjó, intentando desviar la atención hacia lo realmente importante: el partido.
El entrenador también se refirió a la recuperación del brasileño Rodrygo Goes, quien tras superar un estado febril, se encuentra en condiciones óptimas y podría ser clave en el esquema merengue. Junto a él, el joven Arda Güler se perfila como otra opción para reforzar el ataque. Con varios jugadores lesionados, la profundidad del banquillo será determinante. Aun así, Ancelotti aseguró que cuenta con la plantilla necesaria para competir al máximo nivel.
Este clásico no es solo una batalla por puntos, sino una encrucijada que podría definir el destino de LaLiga y, quizás, el futuro inmediato de Ancelotti en el banquillo blanco. Si el Barcelona gana, se coronará campeón; si el Real Madrid lo logra, la emoción se prolongará hasta el final. "El hecho de poder ganarla, de estar cerca, explica muy bien lo que va a ser el partido", sentenció el técnico. En medio de la presión, la rivalidad y el incierto porvenir, Ancelotti enfrenta el clásico con la templanza de un veterano, pero con la emoción de quien podría estar viviendo su último gran capítulo en el Santiago Bernabéu.
