En la previa de la esperada final de la Europa League entre Tottenham Hotspur y Manchester United, celebrada en el estadio de San Mamés en Bilbao, la Ertzaintza (policía autonómica vasca) detuvo a tres aficionados ingleses por incidentes aislados que alteraron momentáneamente la tranquilidad de la jornada deportiva. La ciudad del norte de España recibió a miles de seguidores de ambos equipos, quienes en su mayoría se comportaron de manera ejemplar, aunque algunos desafortunados episodios empañaron el ambiente festivo.
Según fuentes del Departamento vasco de Seguridad, dos de las detenciones se realizaron tras una pelea entre seguidores de ambos clubes en la confluencia de las calles Licenciado Poza y Maestro García Rivero, ubicadas muy cerca del estadio. Ambos individuos fueron acusados de un delito de riña tumultuaria, en una zona que habitualmente congrega a numerosos aficionados durante eventos futbolísticos.
Incidentes previo a la final de la Europa League
El tercer detenido fue arrestado por causar daños materiales, específicamente por romper el escaparate de un establecimiento comercial. Este incidente se registró también en los momentos previos al inicio del partido, poco antes de las siete de la tarde (17:00 GMT), en un contexto en el que las fuerzas de seguridad mantenían un amplio despliegue para prevenir altercados.
Pese a estos hechos puntuales, el operativo policial desplegado por la Ertzaintza logró controlar la situación de manera rápida y eficaz, garantizando la seguridad del evento. Las autoridades locales destacaron la colaboración de la mayoría de los aficionados, quienes vivieron la final con pasión pero sin recurrir a la violencia. Estos incidentes, aunque lamentables, no lograron opacar del todo el espectáculo deportivo ni la acogida que brindó Bilbao como ciudad anfitriona.
