En un hecho sin precedentes, el papa León XIV fue protagonista este domingo en la última etapa del Giro de Italia 2025, al recibir la emblemática maglia rosa y bendecir al pelotón desde el corazón del Vaticano. El pontífice, reconocido por su cercanía con el deporte, ofreció unas palabras de aliento a los ciclistas antes del inicio simbólico de la etapa final, calificándolos como "modelos para todos los jóvenes del mundo". Junto a la monja Raffaella Petrini, actual secretaria general del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, el Papa ofreció una cálida bienvenida a los corredores.
Durante su discurso, León XIV subrayó la importancia del ciclismo como disciplina que fortalece no solo el cuerpo, sino también el espíritu. "Os doy las gracias por todo lo que hacéis. Sois modelos de verdad, y espero que así como habéis aprendido a cuidar el cuerpo, lo hagáis también con el espíritu", expresó el pontífice, animando a los atletas a cultivar de forma equilibrada el cuerpo, la mente, el corazón y el alma. Tras estas palabras, impartió la bendición apostólica, que marcó simbólicamente el inicio de la última etapa.
Papa León XIV presente en la última etapa del Giro de Italia 2025
El recorrido dentro del Vaticano fue de tres kilómetros y llevó a los ciclistas por algunos de los lugares más emblemáticos del Estado pontificio. La etapa comenzó en las inmediaciones de la basílica de San Pedro, continuó en subida hacia los Jardines Vaticanos, atravesando espacios sagrados como el monasterio Mater Ecclesiae y la Gruta de Lourdes. Posteriormente, los corredores salieron por la Puerta del Perugino, entrando nuevamente en territorio italiano para iniciar oficialmente la etapa decisiva del Giro, que consagraría al británico Simon Yates como campeón.
Este singular evento en el Vaticano es fruto del vínculo creciente entre la Santa Sede y el deporte. Desde que Athletica Vaticana fue reconocida por la Unión Ciclista Internacional en 2021, la presencia del ciclismo en la vida vaticana ha cobrado fuerza. La jornada también fue pensada como antesala del Jubileo del Deporte, que se celebrará en Roma los días 14 y 15 de junio, dentro del marco del Año Santo. La tradición de la Iglesia con el ciclismo se remonta a décadas pasadas, con precedentes como la recepción del pelotón por Pío XII en 1946 o la audiencia concedida por Juan Pablo II en el Jubileo del 2000, consolidando así una relación de profunda admiración y respeto mutuo.
