Estados Unidos anunció hoy que en mayo pasado expulsó a dos diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington después de que “algunos” de sus funcionarios en su legación de La Habana tuvieran que regresar por unos “incidentes” que les causaron “síntomas físicos”.
Así lo explicó hoy la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en su rueda de prensa diaria, tras ser preguntada por unos “incidentes” en la Embajada de EE.UU en Cuba ocurridos en 2016, de los que no precisó más detalles.
La portavoz dijo que el Gobierno de Donald Trump “se toma muy seriamente” estos “incidentes” porque el Ejecutivo cubano “tiene la responsabilidad de proteger” al personal diplomático estadounidense “por la Convención de Ginebra”.
EE.UU. investiga estos “incidentes” desde hace meses, pero la portavoz afirmó no conocer “la fuente o la causa” de los mismos ni indicó cuántas personas habrían resultado afectadas.
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Tampoco precisó cuántos funcionarios estadounidenses dejaron la Embajada de La Habana como consecuencia del suceso o si han sido reemplazados, pero sí aseguró que todos los afectados son personal del Departamento de Estado y no ciudadanos anónimos.
Nauert no explicó en qué consisten la “variedad de síntomas físicos” de los que habló, porque -según precisó- la política del Gobierno de EE.UU. es no entrar en detalles cuando se trata de asuntos médicos que afectan a sus ciudadanos.
“Alguna de nuestra gente tuvo la opción de dejar Cuba por razones de salud, como resultado de eso le pedimos a dos funcionarios cubanos que dejaran Estados Unidos y lo han hecho, nos tomamos la situación muy seriamente”, relató.
Preguntada por qué la expulsión de los funcionarios cubanos se produjo en mayo de este año si los “incidentes” ocurrieron en 2016, la portavoz se limitó a contestar que “toma tiempo” determinar lo ocurrido porque requiere “exámenes médicos”.