Portugal, azotado desde hace una semana por una nueva serie de incendios, seguía intentando este jueves controlar en el centro del país dos grandes incendios que movilizan a cerca de 1.200 bomberos.
El primero de ellos devasta los municipios vecinos de Maçao y Vila de Rei, y se declaró el martes por la noche. Pero la situación se agravó el miércoles por la tarde, y la localidad de Maçao, de unos 2.000 habitantes, estuvo rodeada por las llamas.
“Es imposible salir o entrar a Maçao debido a las llamas y al humo. El fuego progresa sin parar” dijo entonces el alcalde, Vasco Estrela, a la agencia Lusa.
Unas 80 personas tuvieron que ser evacuadas del municipio de Maçao y unas 50 de los municipios vecinos de Sardoal y Abrantes, según la portavoz de la Autoridad nacional de protección civil, Patricia Gaspar.
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Desde el miércoles pasado, los incendios han causado 86 heridos, siete de ellos graves.
El de Maçao era “el más preocupante” y proseguía el jueves por la mañana en varios frentes, añadió la portavoz, que espera no obstante que la situación mejore con la utilización de aviones y helicópteros cisterna, algo imposible durante la noche.
Los incendios en Portugal han arrasado 141.000 hectáreas desde el inicio del año, es decir siete veces más que el promedio observado en la última década, según una estimación provisional de Protección Civil.
El incendio más devastador de la historia del país causó 64 muertos y más de 250 heridos a mediados de junio cerca de Pedrogao Grande (centro).