Seis policías estadounidenses fueron baleados en la noche del viernes al sábado en los estados de Florida y Pensilvania, dos de ellos mortalmente, lo que llevó al presidente Donald Trump a manifestar sus condolencias y solidaridad en Tweeter a primeras horas del sábado.
En la ciudad Kissimmee –cerca de Disney World Resort y otros parques de diversiones–, en el centro del estado de Florida, murió el oficial Matthew Baxter muy poco después de ser baleado el viernes de noche; su colega el sargento Richard “Sam” Howard, murió el sábado como consecuencia de las heridas de bala, anunció el departamento de Policía en Twitter.
Ambos habían detenido a sospechosos en un zona en la que se suelen traficar drogas a la 01H30 GMT del sábado. Cinco minutos después, las autoridades recibieron una llamada informando que los policías habían sido baleados.
Un sospechoso, identificado como Everett Miller, fue detenido.
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“Mis pensaientos y oraciones están con @KissimmeePolice y sus seres queridos. ¡Estamos con ustedes!”, tuiteó Trump en las primeras horas del sábado.
En la ciudad de Jacksonville, también en Florida, la oficina del sheriff respondió a un llamado por el caso de un intento de suicidio en la noche del viernes y al llegar al lugar un sospechoso disparó con un rifle, dijo el director de la oficina, Mike Bruno, y se inició un tiroteo de resultas del cual dos agentes resultaron heridos. El sospechoso fue abatido. Los agentes estaban en situación estable el sábado.
Finalmente, dos agentes estatales fueron heridos por disparos en la noche del viernes en Fairchance, Pensilvania, dijo la Policía del estado.