El presidente Emmanuel Macron afirmó el martes que la lucha contra el “terrorismo islamista” será la principal prioridad de la política exterior francesa.
“La seguridad de los franceses es la razón de ser de nuestra diplomacia. Esta exigencia es visceral. Debemos responder a ella sin vacilar”, señaló el mandatario francés en su primer gran discurso sobre política extranjera.
“No hay que caer en la ingenuidad, como tampoco en un miedo al islam que confunde islamista con islámico”, subrayó.
Francia ha sufrido desde 2015 una ola de atentados islamistas sin precedentes que dejaron 239 muertos.
“La erradicación del terrorismo pasa también por privarles de su financiamiento”, insistió Macron, que anunció la organización de una conferencia de movilización contra la financiación del terrorismo a principios de 2018 en París.
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También afirmó querer “obtener la transparencia de todas las formas de financiación del terrorismo” y para ello insistió en la necesidad de “no elegir un bando” entre Arabia Saudita e Irán, los dos grandes rivales regionales de Oriente Medio.
“La fuerza de nuestra diplomacia es hablar con todos”, recalcó.
Paralelamente, Macron defendió el “apego” de Francia al acuerdo nuclear con Irán de 2015, señalando que “no hay alternativa”.
Sellado entre Teherán y las grandes potencias, el acuerdo prevé que Irán limite su programa nuclear a usos civiles a cambio de un levantamiento progresivo de las sanciones internacionales.
El presidente estadounidense, Donald Trump, hostil a este acuerdo —negociado por su antecesor demócrata, Barack Obama— ha amenazado en varias ocasiones con romper el pacto. También impuso una serie de sanciones jurídicas y financieras a Irán recientemente, no vinculadas con las actividades nucleares.
Teherán amenazó con abandonar rápidamente el acuerdo nuclear si Estados Unidos proseguía con su “política de sanciones”.