Marco de la O llega al aeropuerto de Los Ángeles, el funcionario de migración se le queda viendo fijamente, la gorra promocional de la serie sobre “El Chapo” tampoco ayuda. Tras un momento de tensión, le pide hacerse juntos una foto.
El parecido es enorme, al punto que antes de comenzar a grabar la serie de la cadena Univisión sobre Joaquín Guzmán, miembros del elenco llegaron a pensar que el actor mexicano De la O era familiar de uno de los mayores narcotraficantes del mundo, hoy preso en Nueva York.
En pleno proceso de casting, el también mexicano Rodrigo Abed tenía que hacer una escena con el nuevo “Chapo”.
Tras verlo con cara de asombro, “actuamos, se despidió y salió con los ojos desorbitados”, recordó De la O, que aplaudió el trabajo del equipo de maquillaje.
“Luego me dijo ‘me diste miedo, te vi, eres igualito. Pensé que eras su hermano, su hijo o algún familiar’ y ya nos empezamos a reír”.
Abed, por cierto, presenta también un gran parecido con su personaje Amado Carrillo, el narco conocido como “El Señor de los Cielos”.
La segunda temporada de “El Chapo”, que se estrena el domingo 17 de septiembre en Univisión, arranca con su escape del penal de máxima seguridad Puente Grande en enero de 2001.
Ya no es el Chapo “joven, enérgico, que quería ser patrón” de la primera temporada. “Vamos a ver un Chapo mucho más oscuro, con poder, siendo el número uno”, explicó De la O, que tuvo que aumentar 10 kilos en una semana para encarnar al narco más viejo.
“Y eso le dio mucho peso, además de físico, escénico. Yo me veía en los monitores y me decía: ‘Es que me parezco muchísimo'”, señaló.
El incidente en el aeropuerto ocurrió el miércoles, cuando viajó a Estados Unidos para asistir a una proyección del primer capítulo en Los Ángeles.
“Yo traía una gorra del Chapo promocionando la serie y el de migración me dijo algo así como ‘ya sé quién eres pero te aconsejo que no traigas [la gorra] aquí a migración, ahora déjame tomarme una foto contigo'”, se ríe.
Realidad sobre ficción
Joaquín Guzmán, apodado “El Chapo” por su corta estatura (1,55 m), está en aislamiento casi total en una cárcel de Nueva York a la espera de un juicio por su imperio del narcotráfico, al que acusan de enviar más de 200 toneladas de cocaína a Estados Unidos.
Una condena a cadena perpetua es casi segura.
La defensa del capo anunció en junio que demandaría a Univisión y Netflix, que también transmite la serie, por explotar su imagen presentándolo como un “criminal despiadado” con hechos que “no corresponden a la realidad”.
“La realidad siempre supera la ficción, creo que nos quedamos cortos, que pasan cosas mucho más duras, oscuras, de las que no nos enteramos”, opinó De la O.
El productor ejecutivo Daniel Posada negó por su parte algún contacto de familiares o abogados y aseguró que el guión está basado en una exhaustiva investigación periodística.
“Es muy difícil hablar de México, de su historia, sin tocar este tema”, indicó. Y “es un México que todavía esta pasando”, es una realidad que “no ha mejorado”.
El programa, que rompe con la estética de la telenovela típica de Univisión, usa la vida del capo para retratar igualmente una clase política corrupta, arrodillada ante el poder del narcotráfico.
Humberto Busto es Don Sol, un personaje de ficción que encarna a ese político corrompido, sangre fría, que solo tiene un objetivo en la vida: ser presidente.
“La gente está muy entusiasmada con descubrir quién es Don Sol, a qué personaje de la política se refiere”, indicó Busto en el mismo evento. “Representa el espíritu de la política en muchos países, no solo México”.
Guzmán se hizo mundialmente famoso cuando escapó de prisión en 2015 a través de un túnel hecho a su medida, que dejó muy mal parado al gobierno de Enrique Peña Nieto.
¿Será Don Sol el Peña Nieto al que se le escapa “El Chapo”? “Eso ya sería spoiler”, lanzó Busto con una carcajada.