El Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, expresó el lunes su inquietud por la decisión de Washington de reformar un programa para formalizar temporalmente a los inmigrantes ilegales estimando que necesitan un “estatuto legal duradero”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, puso fin al programa lanzado por su antecesor, Barack Obama, que protegía a 800.000 jóvenes ilegales, llamados “dreamers” y que les otorgaba un estatuto legal temporario.
“Estoy inquieto luego de la decisión del gobierno de poner fin” al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA en inglés) para sacar de la ilegalidad a los niños llegados a Estados Unidos clandestinamente con sus padres, indicó el Alto Comisionado en la apertura de la 36ª sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
El Alto Comisionado destacó “el impacto positivo del programa en las vidas de centenares de miles de jóvenes migrantes, y en la economía y la sociedad estadounidense”.
También expresó la esperanza de que “el Congreso legisle para ofrecer a los beneficiarios del programa DACA un estatuto legal duradero”
Zeid también se inquietó por el alza reciente de “detenciones y expulsiones de inmigrantes bien integrados e irreprochables” en Estados Unidos.