Una víctima de ataque de ácido que había planeado su propia muerte por la eutanasia ha cambiado de opinión después de hablar con el Papa.
La colombiana Consuela Córdoba, que resultó horriblemente herida en un ataque con ácido hace 17 años, planeó terminar su vida con la ayuda de un médico, ya que la eutanasia es legal en su país en ciertas circunstancias.
Pero cuando recientemente se reunió con el pontífice y le pidió la aprobación para poner fin a su vida, se negó a dar, diciendo que era “muy valiente y muy bonita”.
Consela decidió allí y entonces que no se suicidaría.
En una entrevista con NPR en 2012, Conseula dijo: “Tenía dientes perfectos, yo era muy bonita. Pero ahora estoy destruida. He pensado en cometer suicidio. “Me digo a mí mismo, ¿por qué vivir? Con una vida como la que tengo, ¿para qué?”.
Consuela, de Istmina en el noroeste del departamento colombiano de Choco, ha pasado por 87 operaciones en un intento por reconstruir su rostro.
Ella necesita tubos en sus fosas nasales para respirar, solo puede consumir alimentos líquidos a través de una pajilla y tiene que llevar un traje de malla de cuerpo en todo momento.
Su reciente diagnóstico de una infección en el cerebro le hizo decidir terminar su vida con la ayuda de los médicos.
La fecha fue fijada para el 29 de septiembre, así que cuando el Papa Francis visitó Colombia la semana pasada como parte de una visita de cinco días, Consuela le pidió su aprobación para su plan.
Había sido seleccionada para hablar con el pontífice y fue sacada de la multitud.
Los dos se abrazaron antes de que Consuela le pidiera que le permitiera acabar con su vida, pero el se negó.