Residentes de los Cayos de la Florida encontraron una escena de desolación este martes tras el paso del huracán Irma, que dejó al menos 12 muertes en ese estado y devastó a las Antillas, donde Cuba y varias islas menores enfrentan una costosa recuperación.
Mientras, autoridades emprendían una operación masiva para restaurar la electricidad a millones de personas en tres estados del sureste de Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, visitará Florida el jueves para constatar la amplitud de la destrucción, acompañado de su esposa, Melania, informó el martes la Casa Blanca.
Degradada a depresión tropical luego de ser uno los huracanes más potentes registrados en el Atlántico, Irma continuaba su ruta norte-oeste sobre el estado de Alabama, dispersándose hacia Tennessee.
Un portavoz de los servicios de rescate de Florida actualizó la cifra de muertos a 12 en ese estado. En su arrasadora trayectoria de miércoles a domingo la tormenta deja ya al menos medio centenar de muertos en el Caribe y Estados Unidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo este martes que miles de personas se han quedado sin techo y necesitan urgentemente ser alojadas luego de Irma, en especial en las Antillas orientales.
Según la Agencia federal de gestión de emergencias (FEMA), citada por la OMS, unas 192.000 personas estaban todavía en refugios en Florida y poco más de 7.000 en el vecino estado de Georgia.
En Florida, 15 millones de personas continuaban sin energía eléctrica, así como más de un millón en Georgia y 300.000 en Puerto Rico.
El alcance de la furia de Irma se podía ver en los paradisíacos Cayos de Florida, donde tocó tierra el domingo en el extremo sur como huracán categoría 4 y vientos de 209 km/h.
Cayos devastados
Un 25% de las viviendas de los Cayos fueron destruidas y 60% han sido dañadas, informó el director de FEMA, Brock Long. “Básicamente, todas las viviendas de los Cayos han sido impactadas de alguna manera”, dijo.
“No nos quedó mucho”, dijo Patty Purdo, una mesonera de 55 años, mientras revisaba su casa entre los restos de la estación de trailers Seabrezze en la isla de Islamorada.
Fuente: AFP