La universidad de Berkeley y la policía de esa ciudad de California gastaron 600.000 dólares para garantizar la seguridad de un evento con el polémico ultraconservador Ben Shapiro y evitar violencia en el campus.
Unas 1.000 personas se congregaron para protestar contra Shapiro, abogado y analista político conocido por sus críticas contra los progresista, que pronunció un discurso en un evento a puertas cerradas.
La universidad, la ciudad y la policía instalaron bloques de cemento en el campus para proteger los edificios, con helicópteros y oficiales desplegados para el patrullaje.
Nueve personas fueron arrestadas por obstruir el orden público o poseer armas prohibidas, pero no hubo heridos o daños a la propiedad, según un comunicado publicado este viernes.
El evento se realizó luego que fueran canceladas charlas de otros conservadores: Milo Yiannopoulos, el 1 de febrero después de violentas protestas, y Ann Coulter, a finales de abril, también por problemas de seguridad.
La universidad, cuna del movimiento Libertad de Expresión, fue acusada de cercenarla con esas cancelaciones.
Otras universidades han sido blanco de las mismas críticas también por suspender eventos con ultraconservadores.
El diario Salt Lake Tribune indicó que la Universidad de Utah se está preparando para la visita de Shapiro a Salt Lake City, también bajo temor de violencia.