Brasil está junto al pueblo de Venezuela, donde no hay lugar “para alternativas a la democracia”, dijo el martes al abrir la Asamblea General de la ONU el presidente de Brasil, Michel Temer, denunciado por corrupción y artífice del impeachment de su predecesora.
“La situación de los derechos humanos en Venezuela sigue lamentablemente deteriorándose”, dijo Temer, el primer presidente en tomar la palabra, como es la tradición en la mayor cita diplomática del planeta.
“Estamos del lado del pueblo venezolano (…). Ya no hay más espacio para alternativas a la democracia”, añadió el mandatario, acusado de liderar una organización criminal en su gobierno y con la popularidad por el piso, en apenas 5%.
Temer, que era vicepresidente de Brasil y asumió el cargo en 2016 tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, recordó que esta es la posición del Mercosur, el bloque comercial integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, “y es lo que seguiremos defendiendo”.
Temer discutió la grave crisis política venezolana en una cena el lunes de noche con el presidente estadounidense Donald Trump y sus homólogos de Panamá y Colombia, así como con la vicepresidenta argentina.
Los líderes decidieron coordinar acciones para aumentar la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro a fin de garantizar la celebración de elecciones democráticas y transparentes en 2018, como prevé la Constitución venezolana.
Frente a su audiencia mundial, de pie delante del célebre mármol verde de la Asamblea General, Temer defendió el multilateralismo y su gestión al frente de la mayor economía latinoamericana.
“El nuevo Brasil está surgiendo de las reformas es un país más abierto al mundo”, sostuvo.
Temer aseguró que estas reformas han ayudado “a superar una crisis económica sin precedentes”, y que su gobierno “está rescatando el equilibrio fiscal, y con él, la credibilidad de la economía”.
“Volvimos a generar empleos” y a aplicar “la responsabilidad fiscal, sin la cual la responsabilidad social no es más que un discurso vacío”, indicó.
El desempleo aún afecta a casi 13% de la población activa del gigantesco país de 205 millones de habitantes.
Pero Brasil empieza a asomar la cabeza tras la mayor recesión económica de su historia. La inflación también está cediendo y ha permitido al Banco Central seguir recortando su tasa básica de interés.