Diego Costa volverá al Atlético de Madrid después de tres años en los que marcó 59 goles y conquistó dos títulos de la Premier League con el Chelsea y en los que el equipo rojiblanco logró una Supercopa y jugó otra final de la Liga de Campeones, pero en los que ambos han mantenido buena parte de la esencia con la que ganaron juntos la Liga en 2013-14, antes de su marcha al club británico.
A pesar del tiempo, de la distancia y de los desafíos diferentes que emprendieron entonces uno y otro, cuando el Chelsea pagó su cláusula de rescisión el 1 de julio de 2014, tres cursos más tarde no han cambiado demasiado ni Diego Costa ni el Atlético, fieles al estilo que impactó en aquella extraordinaria campaña que terminó con el atacante hispano-brasileño rumbo a Londres hace tres años.
Allí ha permanecido desde entonces, ha sumado más partidos (120), más goles (59) y más títulos a la vez que crecía su edad, de los 25 de entonces a los 28 actuales. También ha ampliado su cuenta de encuentros con la selección española. Como atlético disputó un Mundial, con el Chelsea se quedó fuera de la Eurocopa 2016 y, de nuevo como atlético, en cuanto pase reconocimiento médico y formalice su contrato, competirá por jugar en Rusia 2018 en un año.
A la vez, el Atlético, en ese tiempo, ha cumplido cada curso el objetivo prioritario que se marca cada verano, el podio de la Liga, inamovible ahí en las últimas cinco temporadas, las dos últimas que jugó el atacante de rojiblanco y las tres siguientes, y prosigue con un estilo reconocible, más allá de los cambios en la plantilla.
En ese sentido, Diego Costa se reencuentra con un equipo similar en muchas de sus características y en su idea, adaptándola en ocasiones a los futbolistas diferentes de los que disponía, y, sobre todo, en su ambición; un bloque con mentalidad ganadora, como la que le dirigió en aquella época a los primeros éxitos de la era Simeone y ya más consolidado entre los mejores de la Liga y de la Champions.