“Fumar y ser seropositivo es una combinación particularmente nefasta cuando se trata del cáncer de pulmón”, explica el doctor Krishna Reddy del Hospital General de Massachusetts, director del estudio publicado en el Journal of American Medical Association (JAMA).
“Las tasas de tabaquismo son extraordinariamente elevadas entre las personas infectadas por el VIH, el virus de la inmunodeficiencia humana, lo que incrementa el riesgo del cáncer de pulmón”, precisa.
Más del 40% de las personas infectadas por el VIH en Estados Unidos son fumadores, frente al 15% de fumadores del conjunto de la población adulta del país.
El estudio sugiere que 10% de todas las personas que reciben antirretrovirales, sean fumadores o no, esto es, unos 60.000 individuos, morirán de cáncer de pulmón.
Las personas seropositivas tienen una esperanza de vida casi normal gracias a los tratamientos, pero el tabaco y la infección por el VIH les hace correr un riesgo de desarrollar cáncer de pulmón mayor incluso que entre los fumadores seronegativos.
“Este tipo de cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre los seropositivos, y todas estas muertes podrían evitarse”, señala la doctora Rochelle Walensky, responsable del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts y coautora del trabajo.
Los investigadores emplearon un modelo de simulación para determinar el riesgo de desarrollar dicho cáncer entre los seropositivos, distribuidos en tres grupos: los que fuman, los que habían fumado y los que no habían tocado un cigarro en su vida, y teniendo también en cuenta la regularidad de su tratamiento antirretroviral.
El modelo incluía también como parámetro el riesgo a padecer otras enfermedades, como las patologías cardiovasculares que aumentan con el tabaquismo.
Según el estudio, cerca del 25% de los seropositivos que toman regularmente sus antirretrovirales pero siguen fumando morirán de cáncer de pulmón.
De los que dejaron de fumar antes de los 40 años, solamente morirá el 6%.
Los autores estimaron además que las personas infectadas por el VIH que fuman y que toman antirretrovirales tiene de 6 a 13 veces más riesgo de morir de cáncer pulmonar que de sida, en función de la cantidad de cigarros que fuma y del sexo, estando más amenazados los hombres.
Entre los grandes fumadores, el riesgo se acerca al 30%.
La investigación estima que 1,1 millón de personas viven con VIH en Estados Unidos y que uno de cada siete no sabe que lo tiene, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
En 2014 se diagnosticaron 37.600 nuevos casos y 6.721 muertes fueron directamente atribuidas a la infección.