Se viene la época de vacaciones para los más pequeños en casa y esto indudablemente nos hace recordar nuestra etapa de infancia o adolescencia, cuando para estas fechas nos quedábamos solos en casa y preparábamos las deliciosas meriendas o refacciones de la tarde para escuchar nuestra música favorita o ver los programas de la época.
No había nada más rico que agarrar una tableta de chocolate granada y meterla en un pan francés mientras mirábamos Candie o Dragon Ball Z.
Pan de Sandwich + Salsa de Tomate Ketchup. Yo personalmente la hacía y me gustaba mucho. Da un poco de cosa verlo ahora que soy adulto.
Un super clásico de las meriendas: Pan de Sandwich con Leche Condensada. Qué rico, qué dulce. Llegaba un momento que te empalaga el sabor de la leche condensada.
Otra merienda que seguirá por generaciones: Pan de sandwich con Nucita. Qué delicia. Una de las mejores meriendas de nuestra infancia.
Es imposible olvidar esa época de nuestras vidas cuando las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico… “Tin Marin de Dos Pingue… Tutara maca, titere fue…”
Cuando se podían detener las cosas con un simple…”Estancado”.
Cuando los desempates se resolvían a partir de un “piedra, papel o tijera”…
Cuando el elegir algo se basaba en un “pares o nones”… “un, dos, tres, ¡ya!”
Cuando los errores se arreglaban diciendo simplemente…”¿Empezamos otra vez?”
Cuando el peor castigo y condena era que te hicieran escribir 100 veces… “No debo portarme mal en clase…”
Cuando le mejor parte de un cumpleaños de un amigo comenzaba con la horchata y papalinas
Cuando para salvar a todos los amigos… bastaba con un grito de…”Por mi!… Un, Dos, Tres por mi y por todos!”
Cuando lo único que nos hacía correr como locos era la frase… “El último es un bobo”
Cuando ese queridísimo golpe que le dábamos a nuestro amigo mas cercano, era con la frase….’Pásalo”
Cuando el grito “Guerra !!” sólo significaba arrojarse pelotas de papel
Cuando las frases “la tengo”, “no la tengo” era el día a día de cambiar barajitas
Todas estas simples cosas… nos hacían felices, no necesitábamos nada más….
Porque no le apostamos a esa parte de seguir siendo felices con lo poco. En la belleza de las cosas pequeñas esta la grandeza de la felicidad.